Aunque habrá ciudadanos a los que les parezca extraño o no lo comprendan, la ley en España permite que una persona condenada a prisión, por sentencia firme, pueda seguir en libertad y no entrar al penal. Se llama ‘suspensión de la pena privativa de libertad’ y se refleja en el artículo 80 del Código Penal.

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