Elon Musk. / EFE

A ojos de buena parte de los europeos, el multimillonario Elon Musk, dueño de la red social X y de tantas otras cosas, es un personaje poco fiable, bajo sospecha, al que costaría comprarle un Tesla de segunda mano. En EEUU, sin embargo, la imagen del empresario de éxito genera a menudo una admiración casi ciega. En la Unión Europea, en general, y en España, en particular, ambos conceptos, empresario y admiración, no son incompatibles, aunque no con la incondicionalidad con que la sociedad norteamericana cierra filas con el tipo que triunfa, por despreciable que sea. De entre los grandes magnates de aquel país hay ejemplos palpables del desapego europeo frente al fenómeno fan que suscitan en EEUU empresarios como Musk, Bezzos, Zuckerberg o el propio Donald Trump.

Fuente