Las mujeres en los entornos rurales de Andalucía se enfrentan a una situación alarmante de desigualdad y precariedad, según denuncian expertos y representantes del sector. A pesar de su papel crucial en la agricultura y el desarrollo rural, los trabajadores del campo sufren una notable invisibilidad, bajos salarios y escasa representación en los órganos de decisión. En el Día Internacional de las Mujeres Rurales, se ha hecho un llamado urgente para que se tomen medidas concretas que mejoren sus condiciones laborales, promuevan la igualdad de género y frenen la despoblación en las zonas rurales, donde la falta de servicios públicos está agravando su situación.
El PSOE denuncia la falta de acción del gobierno andaluz
En el marco del Día Internacional de las Mujeres Rurales, la portavoz socialista de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en Andalucía, Ana Romero, ha alzado la voz contra lo que considera una preocupante inacción del gobierno de Juanma Moreno Bonilla respecto a las mujeres rurales andaluzas. En una rueda de prensa celebrada en la sede del PSOE-A, Romero destacó los “demoledores datos” que reflejan la situación de este colectivo y exigieron “medidas reales” que contribuyan a mejorar sus condiciones laborales y sociales.
Durante su intervención, Romero quiso reconocer a todas las mujeres que, a lo largo de la historia, han sido invisibilizadas en el ámbito rural: “A las bisabuelas, abuelas y madres que son pasado y presente del mundo rural, ya las nuevas generaciones”. . También subrayó la doble discriminación a la que se enfrentan las mujeres en estas áreas, caracterizada por la falta de oportunidades derivadas tanto de su ubicación como de su género. «En el mundo rural, ser mujer implica mayor inestabilidad laboral, un techo de cristal más bajo, escasa representación en los órganos de decisión, y grandes dificultades para conciliar la vida profesional con la personal y familiar», apuntó Romero.
Críticas al “paternalismo de la derecha”
Ana Romero aprovechó la ocasión para contrastar las políticas implementadas por el Gobierno central, que según ella ha hecho un esfuerzo significativo para atender las necesidades de las mujeres rurales, con la “inacción” del ejecutivo andaluz. Según el portavoz socialista, el gobierno de Pedro Sánchez ha “mirado a las mujeres a los ojos” y ha puesto en marcha medidas destinadas a paliar la desigualdad de género en el ámbito rural. Frente a esta postura, criticó la falta de “enfoque de género” en las políticas agrarias del gobierno de Moreno Bonilla, al que acusó de ofrecer solo “intenciones” sin acciones concretas.
Romero insistió en la necesidad de impulsar específicas que favorezcan el liderazgo y la representación de las mujeres en el mundo rural, pidiendo la colaboración de los hombres, pero sin el “paternalismo de la derecha”. En esta línea, reclamó una mejora en las condiciones laborales de las mujeres, así como en las políticas de formación y asesoramiento que permitan reducir la brecha de desigualdad. “Es urgente consolidar un Estado del Bienestar que el gobierno de Moreno Bonilla está desmantelando, como se evidencia en servicios públicos esenciales como la educación, la sanidad y la dependencia”, denunció.
La socialista alertó de que el deterioro de estos servicios públicos afecta directamente a la capacidad de las mujeres rurales para desarrollarse profesionalmente: “Cada vez que Moreno cierra una escuela, que no se tiene acceso a un pediatra o que no se aplica la Ley de Dependencia , se limita la libertad de las mujeres para buscar trabajo en el mundo rural”. Además, advirtió sobre el problema de la despoblación en las zonas rurales, un fenómeno que según ella el gobierno andaluz no está abordando con la seriedad que requiere.
Datos alarmantes sobre la situación de las mujeres rurales
Romero subrayó la gravedad de la situación de las mujeres rurales aportando datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Según esta fuente, más del 70% de los titulares de explotaciones agrarias en España son hombres, y en Andalucía solo 62 mujeres tienen titularidad compartida, a pesar de que la ley contempla esta figura para promover la igualdad de género en el campo. Además, las mujeres rurales reciben un 37% menos de ayudas que los hombres y representan solo el 36,8% de la mano de obra agraria, con salarios un 7,2% más bajos.
La participación de las mujeres en las cooperativas agrarias también es reducida: solo un 32% de los puestos en estas organizaciones están ocupados por mujeres, y únicamente un 8% forman parte de los consejos rectores, mientras que apenas un 3% de ellas presiden cooperativas. Estas cifras reflejan, según Romero, la “brecha de desigualdad” que sigue afectando a las mujeres en el ámbito rural, a pesar de los avances legislativos.
La promesa incumplida del Estatuto de la Mujer Rural
Uno de los puntos más críticos del discurso de Ana Romero fue su referencia al Estatuto de la Mujer Rural, una medida que el gobierno de Moreno Bonilla lleva prometiendo desde hace cinco años, pero que, según la portavoz socialista, “nunca llega”. Este estatuto, que debería servir para aumentar la representatividad de las mujeres rurales y mejorar sus condiciones, ha sido calificado por Romero como una “mera declaración de intenciones” sin “alcance real”.
El PSOE ha presentado enmiendas para mejorar el texto propuesto por el gobierno andaluz, centradas en garantizar que las políticas dirigidas a las mujeres rurales se ajusten a las necesidades de este colectivo y no se limiten únicamente al ámbito agrario, como sugiere el borrador actual. Romero también defendió las aportaciones del gobierno central, que ha puesto en marcha políticas para modernizar las explotaciones agrarias y apoyar a las mujeres jóvenes ya la transferencia de conocimiento en el mundo rural.
“Este estatuto no es la solución definitiva, pero al menos debe ser un primer paso para avanzar”, concluyó Ana Romero, reafirmando el compromiso del PSOE de seguir luchando por políticas que promuevan la igualdad y la discriminación positiva en beneficio de las mujeres rurales.
