El ejército de Taiwán está en «máxima alerta». El Gobierno de la isla desplegó este lunes a sus Fuerzas Armadas para «defender la libertad y la democracia» y «proteger» su soberanía frente a China, que este lunes a primera hora anunció una nueva oleada de maniobras militares alrededor de la isla. 

En un comunicado, el Ministerio de Defensa Nacional (MDN) de Taiwán expresó su «enérgica condena» ante las «acciones provocadoras e irracionales» llevadas a cabo por Pekín, las cuales «aumentan la tensión y dañan la paz y estabilidad en el Estrecho de Taiwán».

«Frente a las amenazas enemigas, las Fuerzas Armadas están en máxima alerta, con la firme voluntad de ‘prepararse para la guerra sin buscarla, enfrentarla sin evitarla’. Seguirán fortaleciendo sus capacidades disuasivas y profundizando el patriotismo entre los soldados, construyendo una fuerza militar confiable y resiliente con la capacidad, determinación y confianza para garantizar la seguridad nacional», manifestó la cartera castrense.

El Ejército chino inició este lunes unos ejercicios militares alrededor de Taiwán, denominados ‘Joint Sword-2024B’ (espada unida en inglés), en los que simula el bloqueo y toma de control de puertos y áreas clave de la isla, además de ataques sobre objetivos navales y terrestres.

Estas maniobras se producen cuatro días después de que el presidente de Taiwán, William Lai, reiterase, durante la celebración del Día Nacional taiwanés, que la República de China (nombre oficial de Taiwán) y la República Popular China “no están subordinadas entre sí” y que Pekín “no tiene derecho a representar” a Taiwán.

El mandatario isleño, considerado un “independentista” y un “alborotador” por las autoridades de Pekín, también expresó su disposición a “trabajar” con China para “abordar el cambio climático, prevenir las enfermedades infecciosas y mantener la seguridad regional”.

“Las afirmaciones de ‘provocación’ por parte de China carecen completamente de fundamento”, apuntó el Ministerio de Defensa Nacional taiwanés, resaltando que el discurso de Lai abogaba por una “futura cooperación” entre ambos lados del Estrecho para “buscar juntos la paz y la prosperidad” de la región.

Reunión de seguridad

El mandatario isleño convocó esta mañana una reunión de seguridad nacional “para discutir rápidamente la respuesta adecuada” frente a estas maniobras, de acuerdo a un comunicado de la Oficina Presidencial de Taiwán.

Durante el encuentro, el ministro de Defensa, Wellington Koo, pidió a todo el personal militar «aumentar el nivel de alerta, reforzar la supervisión y coordinarse estrechamente con unidades como la Guardia Costera», actuando con una «amplia perspectiva» para «no escalar el conflicto ni provocar disputas», informó la cartera castrense.

«El sistema de inteligencia y vigilancia está siguiendo de cerca las dinámicas de las fuerzas de cohetes del Ejército chino, y las áreas de defensa en las islas exteriores (Penghu, Kinmen y Matsu) han elevado su alerta. Las aeronaves y embarcaciones de misión responderán a las amenazas enemigas según las reglas de combate establecidas», apuntó el MDN en un nuevo comunicado.

«Las acciones de disuasión cognitiva y división social, combinadas con acciones militares contra nosotros, son tácticas habituales del Ejército comunista. El Ministerio de Defensa publicará de manera apropiada la dinámica marítima y aérea, explicando las medidas que tomará el Ejército, siempre bajo la premisa de asegurar la seguridad operacional», agregó el texto oficial.

Maniobras esperadas

A principios de la semana pasada, funcionarios de seguridad nacional taiwaneses advirtieron que China podría lanzar unas maniobras militares alrededor de la isla usando como “pretexto” las declaraciones de Lai por el Día Nacional, una fecha empleada tradicionalmente por los presidentes taiwaneses para dirigirse a la población y, de paso, mostrar su posicionamiento respecto a Pekín.

Estas maniobras constituyen la segunda edición del ‘Joint Sword-2024A’, unos ejercicios realizados por el Ejército chino tras la toma de posesión de Lai el pasado 20 de mayo con el propósito de “castigar” los “actos separatistas relativos a la independencia” de la isla.

El Gobierno chino advirtió entonces que volvería a “tomar contramedidas” contra Taiwán si “las fuerzas secesionistas que buscan la independencia siguen provocando”, y hasta que se lograse la “reunificación completa” del país.

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