Los duelos entre Nacho Mangut y Manu Pascual en Pasapalabra están a la orden del día. Los concursantes llevan meses en el programa de Antena 3 y, durante este tiempo, ninguno de ellos ha conseguido completar correctamente todas las definiciones del rosco y llevarse el bote de Pasapalabra.
Ambos se han quedado muy cerca en varias ocasiones, apenas a una palabra de distancia, así que sus luchas por alzarse con el triunfo definitivo parecen abocadas a prolongarse y alargarse debido a la extraordinaria preparación de que gozan tanto uno como otro. Pero no siempre tiene por qué ser así.
El último rosco de Pasapalabra
El rosco de Pasapalabra es la única forma de conseguir el pasaporte hacia el gran bote, que actualmente está muy próximo al millón de euros. Para alcanzarlo, es necesario responder correctamente a las 25 definiciones que plantea el presentador, el sevillano Roberto Leal.
Aunque puede parecer una prueba relativamente sencilla, no lo es en absoluto. El equipo del programa siempre introduce algunas preguntas muy complicadas que actúan como freno para los concursantes.
Lo habitual es que siempre haya una distancia de entre dos y tres palabras entre los aspirantes y el bote de Pasapalabra. Una marca habitual para cualquier concursante son los 22 o 23 aciertos y, de manera puntual, incluso los 24.
Las normas del programa establecen que el ganador de cada concurso es aquel que acumula más aciertos en el rosco de ese día. A igual número de respuestas correctas, vence el aspirante que no tenga ningún error en su haber. El que pierde, va directo a la silla azul en el próximo programa. Allí, en caso de cometer dos fallos, queda eliminado del programa.
Así las cosas, no es de extrañar que los concursantes luchen hasta la saciedad por alzarse con el triunfo en cada Pasapalabra. No sólo ya por el dinero que se embolsan al hacerlo, sino por garantizarse su permanencia en el concurso de Antena 3. Pero no siempre lo consiguen. De hecho, cada vez es más difícil resistir por el alto nivel al que se está jugando cada día en Pasapalabra.
En el último programa, Nacho siguió su estrategia habitual y logró anotarse 20 aciertos en unas pocas tiradas y sin ni siquiera estrenar la segunda vuelta. Su rival, Manu, hizo otro tanto de lo mismo pero a su estilo: respondiendo poco a poco y asegurando cada contestación; luego, en la segunda vuelta, intenta poner la directa para alcanzar a su contrincante.
En este último concurso de Pasapalabra, Nacho llegó a la segunda vuelta con 20 palabras correctas y sólo cinco letras entre él y el bote. En su segundo recorrido, se anotó otros dos aciertos y se plantó con 22 respuestas en verde.
Manu, por su parte, necesitaba la friolera de 12 palabras correctas para poder dar alcance a su rival. Y, ni corto ni perezoso, se puso manos a la obra y, contra todo pronóstico, consiguió anotarse la docena de aciertos que le hacían falta. Parecía incluso que iba a arriesgarse a contestar otra pregunta para intentar superar a Nacho Mangut, pero finalmente decidió plantarse y asegurarse el resultado.
La hazaña estaba hecha y el objetivo conseguido: Nacho y Manu estaban empatados a 22 aciertos, lo que significaba que ninguno de los dos iría a la silla azul y que el dinero como vencedores del programa se repartiría entre ambos. Y así fue: los 1.200 euros que Pasapalabra entrega al concursante que gana cada programa fueron a parar a partes igual al bolsillo de Nacho y Manu. Ambos se repartieron el premio y tendrán que volver a verse las caras en el próximo programa.
