Hace tiempo que el acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los problemas más graves de España, sino el que más. Expertos e informes varios hablan ya de una auténtica brecha generacional que amenaza con estirar los límites de la desigualdad en nuestro país, mutando la sociedad de propietarios por una de inquilinos precarios. Un estudio de IDRA (Instituto de Investigación Urbana de Barcelona) publicado esta semana alerta de que, si nada cambia, la mayoría de ciudadanos deberá dedicar de por vida la mayor parte de su sueldo a pagar el alquiler; especialmente en grandes capitales como Madrid y Barcelona, donde hasta un 70% de los encuestados no espera heredar ni poder comprar jamás una vivienda.
Ante esta situación, que solo apunta a agravarse más y más ante la incapacidad o pasividad de las fuerzas políticas y económicas, la ciudadanía ha comenzado a movilizarse. Este domingo 13 de octubre, Madrid saldrá a la calle para protestar contra una situación cada vez más insostenible para miles y miles de personas, y exigir el derecho a una vivienda dign. Bajo los lemas ‘Se acabó: bajemos los alquileres’ y ‘La vivienda es un derecho, no un negocio‘, casi 40 entidades sociales de distinta índole han convocado una marcha masiva que comenzará en Atocha a las 12:00 horas del mediodía y recorrerá el centro de la capital hasta terminar en Callao.
Impulsada inicialmente por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid (Inquilinato), la marcha cuenta con el respaldo de 39 organizaciones, entre las que se encuentra la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), los sindicatos CCOO y UGT; plataformas como la de afectados por la Línea 7B de Metro, Afectadas por la Vivienda Pública y Social (PAVPS) y Afectadas por la Hipoteca (PAH); o las organizaciones Greenpeace y Ecologistas en Acción, entre muchos otros colectivos. Además, han mostrado su apoyo los partidos políticos Podemos, Izquierda Unida, Más Madrid y Sumar.
Bajada de alquileres, prohibición de la temporalidad y dimisión de la ministra de Vivienda
Durante la rueda de prensa celebrada el pasado martes en la Puerta del Sol para dar a conocer oficialmente la convocatoria, los representantes de las entidades involucradas expusieron el «drama» social que supone esta grave crisis habitacional, y presentaron sus principales reivindicaciones y propuestas para ponerle freno. Empezando por la dimisión de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, a quien responsabilizan del «absoluto fracaso» de la Ley de Vivienda, los organizadores abogan por la bajada generalizada de los alquileres, prohibir los pisos turísticos y «acabar con la estafa» de los alquileres temporales y por habitaciones.
En materia de compraventa, el sindicato exige el fin de la especulación inmobiliaria, con impuestos «brutales» a casas vacías y a empresas e inversores que compren vivienda. «El uso antisocial de las viviendas, ya sea dedicadas al turismo, a la especulación rentista o a mantenerlas vacías, es el principal problema estructural al que nos enfrentamos como sociedad», señala el comunicado difundido por el Inquilinato.
Asimismo, reclaman prohibir todos los desahucios «sin una alternativa digna», acabar con las empresas de desokupación, paralizar la construcción de nuevas viviendas mientras que no se ocupen las que están vacías – cerca de 190.000 solo en la Comunidad de Madrid, el 6,3% del total- y aumentar el parque de vivienda pública construida y gestionada de forma permanente por las administraciones, sin concesiones que caduquen pasado un cierto número de años. «El 13 de octubre, las vecinas de Madrid demostraremos que no estamos dispuestas a someterse al chantaje de los rentistas ni a seguir aceptando las mentiras de los políticos a su servicio.», zanja el manifiesto de la movilización por la vivienda.
Siguiente paso, la huelga de alquileres
Para el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, la marcha de este domingo será solo el primer paso de una lucha que pretenden llevar mucho más lejos. Después de que el Congreso de los Diputados rechazase – con el apoyo a última hora de Junts, que previamente había dicho que se abstendría durante la votación- debatir su propuesta para limitar los alquileres temporales y por habitaciones, la entidad anunció su intención de comenzar una huelga de alquileres en la capital.
Según la entidad, esta decisión llega después de que todas las propuestas realizadas en los últimos años para impulsar reformas legislativas en defensa de los inquilinos hayan sido rechazadas, con el portazo último del Congreso como gota que ha colmado el vaso. Aunque ilegal en España, esta práctica consistente en dejar de pagar total o parcialmente la renta del alquiler de una vivienda está reconocida en otros países como Estados Unidos como una manera legítima de protestar contra subidas excesivas y otras prácticas abusivas.
No obstante, existe un precedente de éxito de una huelga de alquileres en nuestro país. Fue en Barcelona en 1931, cuando 90.000 trabajadores dejaron de pagar sus rentas para mostrar su rechazo contra los desproporcionados precios del alquiler en relación con los salarios. Los organizadores acabaron siendo detenidos por las autoridades, pero la protesta logró su objetivo, obligando a los propietarios a llegar a un acuerdo para bajar los precios de los alquileres.