Muchas veces se trata de un gesto automático y es el de guardar todo lo que hemos comprado en la nevera (o casi todo). Con este ritmo frenético de vida, normalmente actuamos, vamos y venimos casi de forma automática. Y eso incluye, como ya hemos dicho, el hacer la compra e incluso el simple gesto de guardar los alimentos.
Y es que es posible que seas de las personas que ante la duda, opta por guardar los alimentos en la nevera. Si bien es cierto que nos facilita mucho esa tarea, la realidad es que no es la solución para la conservación de todos los alimentos si queremos disfrutarlos plenamente.
Al final, en la nevera se reduce la velocidad de las reacciones químicas, lo que ralentiza el desarrollo de patógenos que, al fin y al cabo, estropean nuestra comida.
No obstante, no siempre es así y muchas veces ese frío, que consideramos que va a preservar durante más tiempo nuestra comida, puede estropearla antes de lo que imaginamos. O de no hacerlo podrían empeorarla. Y sí, esto ocurre con un alimento que no falla en las cocinas de todo el mundo y que más de uno, seguramente, guarde en la nevera.
El error que cometes al guardar este alimento en la nevera
La doctora en Farmacia y nutricionista Boticaria García, quien ha ganado especial repercusión a través de sus redes sociales y sus apariciones en distintos medios de comunicación, enfoca su trabajo dentro de las redes sociales a dar consejos sobre alimentación, así como a ofrecer pautas para cuidar nuestra salud y nuestro cuerpo mediante la alimentación.
Por ello, en un vídeo publicado hace solo unas semanas, la nutricionista desvelaba cuál es el alimento que bajo ningún concepto deberemos guardar en la nevera. Estamos hablando de la patata. ¿Pero por qué?
«¿Se pueden guardar aquí, en la nevera?», se pregunta. Una respuesta que acaba siendo muy contundente: «Nunca», añade.
«Las patatas tienen una encima, unas tijeras que van transformando los hidratos de carbono en azúcares simples», explica la nutricionista. Cuando las guardamos «en un lugar muy frío», como es la nevera, «favorecemos que esta tijera se ponga a cortar y se vayan liberando los azúcares si después freímos las patatas, además de que nos van a quedar más blandurrias».
Al existir esta liberación de azúcar, «se va a producir más acrilamida, un compuesto como el churruscao’ de las tostadas o del chuletón, que es mejor evitar». Finalmente, Boticaria García concluye recordando la importancia de guardar «las patatas en un lugar fresco y oscuro, pero no en la nevera».
El detalle en el que debes fijarte en la etiqueta de la tortilla de patata
Las patatas son uno de los ingredientes fundamentales de la tortilla, un plato típico español y que no falla nunca en eventos sociales. Es, sin duda, uno de los platos estrella (y básicos) de nuestra gastronomía.
Sin embargo, hay quienes optan muchas veces por comprarlas envasadas. Está claro que no es lo mismo que prepararla en caso, eso es evidente. Ahora bien, una tortilla envasada puede salvarnos en alguna que otra ocasión.
En otro vídeo publicado en su perfil, Boticaria García explica qué es aquello a lo que debemos prestar especial atención cuando vamos al supermercado y decidimos comprar una de estas tortillas. «Como la de tu abuela ninguna, pero como alternativa de vez en cuando para unas prisas, para una casa rural, sí puede ser una opción. Eso sí, fíjate bien en la etiqueta porque no todas son iguales», avisa la nutricionista.
Seguidamente, recuerda la importancia de que haya un porcentaje elevado de huevo y patatas. Por ello, y a modo de muestra, enseña una tortilla de patata envasada: «Esta tiene un 41% de huevo. La mayoría está sobre el 20-30%», apunta. También es relevante fijarse en el tipo de aceite que lleva. «Casi todas llevan aceite de girasol y algunas, como esta, pues también incluye aceite de oliva», matiza la nutricionista.
Evitando entrar en polémicas o debates, no se pronuncia sobre la cebolla en la patata. Si embargo, si eres de los aficionados a incluir cebolla, hace también un apunte: Esta en concreto, si te interesa, sí es con cebolla. Lleva un 5,2% de cebolla».
En cualquier caso, lo que más importancia tiene es que «entre huevo, patatas fritas y cebolla, esta tortilla suma más de un 98% de ingredientes que son de verdad». Por lo tanto, la nutricionista deja así claro la relevancia que tiene revisar bien la etiqueta de este tipo de tortillas y asegurarnos que, en su gran mayoría, son todos alimentos naturales.