Estados Unidos ha tomado medidas enérgicas contra los sectores petrolero y petroquímico de Irán mediante la imposición de nuevas sanciones, como respuesta al ataque que Teherán llevó a cabo el 1 de octubre contra Israel, designando a numerosas empresas y firmas adicionales.
El Departamento del Tesoro ha declarado que está enfocándose en la llamada “flota sombra” de buques iraníes que participan en la venta de petróleo, eludiendo las sanciones vigentes. Diez empresas y diecisiete barcos han sido clasificados como “propiedad bloqueada” debido a su implicación en el transporte de petróleo y productos petroquímicos de Irán.
Además, el Departamento de Estado ha anunciado la imposición de sanciones adicionales a otras seis empresas y seis buques por “participar a sabiendas en una transacción significativa relacionada con la compra, adquisición, venta, transporte o comercialización de petróleo o productos derivados del petróleo de Irán”.
“Las sanciones de hoy apuntan a los esfuerzos de Irán por canalizar los ingresos de su industria energética para financiar actividades letales y disruptivas, que incluyen el desarrollo de su programa nuclear, la proliferación de misiles balísticos y vehículos aéreos no tripulados”, manifestó la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en un comunicado.
Estas sanciones son parte de la respuesta de Estados Unidos al ataque lanzado por Irán, que disparó alrededor de 200 misiles balísticos contra Israel en represalia por el asesinato de líderes terroristas apoyados por Teherán y un general de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Israel ha advertido que su reacción ante el segundo ataque directo de Irán contra su territorio en el presente año será “mortal, precisa y sorprendente”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comentó a los medios de comunicación la semana pasada que Israel debería considerar “otras alternativas a atacar los campos petroleros”, en el contexto de informes sobre planes para realizar dicha acción.
Por su parte, su asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, ha indicado que las sanciones se han anunciado tras consultas con los aliados y socios de Estados Unidos.
“Estas medidas ayudarán a negar aún más a Irán los recursos financieros utilizados para respaldar sus programas de misiles y apoyar a grupos terroristas que amenazan a Estados Unidos, sus aliados y socios”, afirmó Sullivan en un comunicado.
El secretario de Estado, Antony Blinken, ha enfatizado que Washington dejó claro después del ataque del 1 de octubre que Teherán enfrentaría consecuencias.
“Con ese fin, hoy estamos tomando medidas para interrumpir el flujo de ingresos que el régimen iraní utiliza para financiar su programa nuclear, el desarrollo de misiles, el apoyo a sus aliados y agentes terroristas, y perpetuar el conflicto en toda la región del Oriente Medio”, declaró en un comunicado.