Entrada la madrugada salieron los primeros autobuses con destino Madrid. A las ocho, antes de despuntar la mañana, empezaba a llegar gente a la plaza de Felipe II, donde el Partido Popular, en el preludio de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, ha protagonizado este domingo el mayor mitin de su historia; en contra de la amnistía y por la «igualdad de los españoles». 

Pasado el mediodía, según fuentes populares, las expectativas quedaban más que cumplidas: «Es el acto convocado por un solo partido político más multitudinario de los últimos años, con más de 65.000 asistentes». Unos 40.000 según Delegación del Gobierno. En el recuerdo, aquella foto de Aznar en el Mestalla, en 1996, antes de su primera victoria.

Prácticamente todos los mandos del partido, del presente y del pasado, se han reunido en un mismo punto para mostrar una foto de unidad sin precedentes. José María Aznar, Mariano Rajoy, el actual líder de la formación, la totalidad de los barones autonómicos; alcaldes, presidentes de diputación, exministros y miles de militantes y simpatizantes. Además de ciudadanos sin carné que se han sumado a la causa. 

Todos ellos han recordado a Pedro Sánchez que perdió las elecciones y le han advertido que si está dispuesto a seguir en el poder a costa de poner en jaque una «nación de ciudadanos libres e iguales», tendrá enfrente toda la fuerza del Partido Popular. En palabras de su presidente: «Costándome lo que me cueste, voy a defender que España es un conjunto de ciudadanos libres e iguales». 

Después de unos meses con los ánimos a cuestas por la amarga victoria del 23-J, el PP ha conseguido levantar la moral en un momento crucial: la investidura de Feijóo que tendrá lugar en 48 horas. Desde el principio se dijo que el objetivo del pleno, ante la práctica imposibilidad de cosechar una mayoría absoluta del Congreso, era ganar el relato. Reivindicar la condición de primera fuerza. 

La convocatoria de este domingo ha sido un primer triunfo. Todos los temores que barruntaban en la dirección popular han quedado disipados antes incluso de que comenzase el acto. Los vítores en favor de Ayuso han estado parejos con los de Feijóo. Ni rastro del cuestionamiento en la militancia, y mucho menos un pinchazo en la calle. Con 10.000 personas Génova se daba con un canto en los dientes. 

Feijóo ha iniciado su discurso reivindicando a sus antecesores allí presentes, en contraposición con la revuelta que padece el PSOE con sus gerifaltes: «Cuando un partido no respeta a sus mayores, ni tiene presente ni tendrá futuro». Aznar y Rajoy, ha afirmado, «son la guía para ordenar el futuro de nuestro país».