El PP intenta moverse para frenar la reforma legal que permite rebajar penas e incluso excarcelar a pesos de ETA después de haber respaldado la tramitación parlamentaria en el Congreso. El primer movimiento se confirmó este martes por la mañana cuando el Senado retiró del orden del día la votación de esa reforma en la Cámara Alta. Los conservadores ganan así un poco de tiempo -siete días en realidad- hasta tener que pronunciarse. El objetivo pasa ahora por aumentar la presión sobre el Gobierno y conseguir que el proponente -el ministro de Justicia, al tratarse de un proyecto de ley- la retire definitivamente para dejarlo sin efecto.

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