Los trastornos de ansiedad y las autolesiones se presentan de forma cada vez más precoz en la infancia y la adolescencia. Los pediatras alicantinos reciben en cada vez mayor número en sus consultas a menores con estos problemas de salud mental, sobre todo entre los 10 y 14 años, que se acentúan a partir de sexto de Primaria y con el paso a Secundaria, aunque también hay más casos en niños más pequeños. Así lo indica Carolina Torres, presidenta de la Asociación de Pediatría Extrahospitalaria de la Provincia de Alicante (A.P.E.P.A.) y pediatra en el centro de salud de La Florida de Alicante.
Un empeoramiento de la salud mental en la infancia y la adolescencia que corrobora esta profesional tras el comunicado de la Asociación Española de Pediatría (AEP) alertando de la situación de «absoluta emergencia» en la que se encuentra la salud mental de niños y adolescentes debido al aumento de trastornos que se han registrado en los últimos años, sobre todo tras la pandemia y el aislamiento social que causó.
«Si antes el 10 % de los niños y el 20 % de los adolescentes padecía algún tipo de trastorno mental, el escenario actual es de absoluta emergencia, pues la cifra se ha disparado hasta un 47 % desde el covid», ha señalado la coordinadora del comité de Salud Mental de la entidad, Paula Armero. La asociación afirma que el 95 % de los pediatras ha detectado en sus consultas el repunte de la enfermedad mental en los niños y jóvenes, según un análisis publicado en Anales de Pediatría.
Armero ha subrayado que estos problemas que se dan en jóvenes y adolescentes se reflejan en «síntomas de depresión, trastornos alimentarios, autolesiones, ansiedad y cambios de conducta«. Así como «los trastornos derivados por las separaciones conflictivas entre los padres», ha agregado. Lo que más preocupa a los expertos son los casos de acoso escolar y a través de redes sociales.
«Si antes de la pandemia el 10 % de los niños y el 20 % de los adolescentes padecía algún tipo de trastorno mental, el escenario actual es de absoluta emergencia, pues la cifra se ha disparado hasta un 47 %»
«De primero a cuarto de la ESO es cuando tenemos a la gran mayoría«, apunta la pediatra alicantina, aunque es «a partir de los 10 o 12 años cuando suelen aparecer estos problemas». Carolina Torres afirma que los problemas de salud mental en los escolares han explosionado después de la pandemia, «y el grueso es la ansiedad en todas sus formas». Así como las autolesiones, «sobre todo en el adolescente, aunque cada vez lo vemos más en etapas escolares o preadolescentes». También los trastornos del ánimo.
Causas
¿Qué les lleva a este punto? La pediatra opina que difiere según el contexto. «Por un lado, están los niños que han ido creciendo con cierta dificultad para desarrollar estrategias con las que afrontar la frustración ante problemas cotidianos de la vida. Un catalizador de todos estos problemas son las redes sociales. Ahí estaría el grueso».
También están los que sufren ansiedad y se autolesionan porque sufren acoso escolar, «que es un problema social importante». Y están los que padecen insatisfacción y problemas de fracaso escolar que a veces aparecen en la adolescencia por dificultades que no se han diagnosticado o por falta de hábito de estudio.
Otro grupo de menores con trastornos de conducta que llegan a la consulta pediátrica son los que sufren problemas en el seno familiar o separaciones conflictivas; así como familias con problemas económicos, o migrantes a los que cuesta integrarse.
«Todos tienen una base social y el problema que tenemos para abordar toda esta situación que hay ahora es que faltan recursos, empezando por las unidades de salud mental infantil. Para abordar todos estos tratamientos es fundamental que estemos coordinados pediatras, colegios, unidades de salud mental infantil y trabajadores sociales. Esto ya lo vamos haciendo, pero tenemos que mejorarlo».
«El problema que tenemos para abordar todo esta situación que hay ahora es que faltan recursos, empezando por las unidades de salud mental infantil»
Estrategias de prevención
También insta a analizar qué pasa en la sociedad, qué ha cambiado, para promover medidas de prevención y estrategias que alivien este empeoramiento de la salud mental infantojuvenil, «que han de ser transversales, en todos los ámbitos en los que va a estar el niño como el colegio o en casa, y a lo largo de su crecimiento para luego llegar a la etapa adulta con una buena salud mental. La gente tiene que saber que salud mental no es lo mismo que no tener problemas sino contar con herramientas para afrontar las dificultades en la vida».
También el presidente de la Sociedad de Psiquiatría Infantil, Pedro J. Rodríguez, ha mostrado su inquietud con los casos relacionados con el acoso a través de redes sociales. «La sobreutilización de pantallas ha producido que parte importante de la socialización de los adolescentes sea a través de las redes sociales, que han sustituido otro tipo de relaciones sociales. Esa sensación de impunidad que genera estar detrás de una pantalla hace que se hayan triplicado los casos de acoso por redes sociales. Cada día tenemos más evidencias de que no se hace un uso adecuado de las pantallas y las redes, sino no que se hace un abuso de ellas», ha añadido Armero.
«La sobreutilización de pantallas ha producido que parte importante de la socialización de los adolescentes sea a través de las redes sociales, que han sustituido otro tipo de relaciones»
Futuros saludables
Bajo el lema «Pediatría y salud mental: construyendo futuros saludables», los 13.000 pediatras de todo el país que integran la asociación hacen un llamamiento a la acción ante la situación de la salud mental infantojuvenil. Así, con motivo del el Día de la Pediatría, que se celebra este martes, han elaborado un manifiesto dirigido a las autoridades sanitarias, educativas y sociales y a las instituciones en el que se plantean propuestas para enfrentar esta crisis y detener el aumento de casos durante las primeras etapas de la vida.
En el manifiesto, se advierte sobre el aumento de estos trastornos, que considera que se trata de una emergencia en las consultas de los profesionales. Para ello, creen necesario implementar programas de prevención de salud mental desde los primeros niveles de atención. También consideran que faltan profesionales especializados en salud mental.
«Es complicado decir un número concreto de los profesionales que se necesitan en la especialidad, calculamos que un 20 por ciento más», ha señalado Rodríguez.
El vicepresidente de Atención Primaria de la Asociación de Pediatría, Guillermo Martín, ha lamentado que «los pacientes pueden tener listas de espera de entre 6 y 9 meses para ser atendidos por primera vez». Asimismo, el manifiesto pide una atención multidisciplinar; actuar a tiempo debido al incremento de la gravedad de los casos, y destaca la importancia del rol de las familias en la salud mental infantil.
Especialidades pediátricas
Por otro lado, desde la Asociación de Pediatría señalan que el reconocimiento de la Psiquiatría Infantil y Adolescente como especialidad ha sido «un paso adelante que responde a la evolución de los conocimientos científicos y a la creciente demanda asistencial en este ámbito».
Pero consideran que es «insuficiente» para afrontar los retos actuales. «En España, ya se han creado consultas de especialidades pediátricas que todavía no cuentan con un reconocimiento oficial, a pesar de que llevamos más de una década reivindicándolo», señalan. «Deberían simplificarse mucho más los trámites para lograr esta oficialización».
Actualmente las especialidades de Neonatología, Cuidados Intensivos, Urgencias, Endocrinología y Neurología pediátricas han recibido el visto bueno de la Comisión Nacional de la Especialidad de Pediatría para ser reconocidas como Áreas de Capacitación Específica (ACE), pero aún están intentando lograr los informes favorables y los estudios económicos de siete comunidades autónomas diferentes que estableció como requisito el Real Decreto 589/2022, de 19 de julio, por el que se regulan la formación transversal de las especialidades en Ciencias de la Salud.
Más recursos
Otras disciplinas pediátricas están acudiendo a vías alternativas para lograr su oficialización a través del diploma de formación continuada «Proteger la salud física y mental de los niños y adolescentes es una prioridad en la que debemos trabajar todos juntos. Instamos a las autoridades sanitarias, a los gestores de los servicios de salud, educativos y sociales y a la sociedad en su conjunto, a apoyar esta causa y a proporcionar los recursos necesarios para construir un futuro saludable para nuestras próximas generaciones», ha concluido Blesa.
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