El Cádiz va de mal en peor. Es una realidad que el equipo está ofreciendo un nivel muy bajo y eso es responsabilidad también de la plantilla cadista. Aunque el sistema defensivo hace aguas por todos lados y eso implica a todo el equipo, la línea de atrás está sufriendo una barbaridad. Hasta el punto que en El Alcoraz quedaron seriamente retratados jugadores como Glauder y Víctor Chust. Ello sin olvidar el cambio tras el penalti de Fali, al que habrá que ponerle de apellido Guadiana, por aquello de aparecer y desaparecer. El jugador pidió el cambio nada más cometer una pena máxima que, por otra parte, fue totalmente surrealista por parte del colegiado.
El nivel de jugadores como Chust está siendo horrible. Se vio en los goles del otro día pero también se ha mostrado en otros partidos. El jugador no está en su mejor momento y se suma a los Alcaraz, Escalante, Glauder y a otros de la zona atacante que no se pueden obviar en este análisis.
Brian Ocampo está llamado a ser desequilibrante en un equipo en el que no lo está siendo. Paco también lo ha mandado al banco pero el Cádiz hoy por hoy necesita jugadores que aporten en ataque pero también atrás. Y el uruguayo no está ni en una ni en el otro área. Luego hay otros futbolistas que ya llevan algunos partidos en el banquillo, caso de Rubén Sobrino.
Son en su mayoría jugadores que ya vienen de una temporada mala que parece no haber acabado, de ahí que lo que se está viendo sea peor que la pasada campaña por aquello de que el Cádiz ha bajado una categoría. El equipo no ha terminado de despuntar en su nivel y hoy por hoy el rendimiento está siendo bastante similar al del año pasado con la salvedad importante del descenso.
Todo ello hace pensar o debatir que la no renovación de la plantilla, dándole un marcado continuismo, auspiciado por Manuel Vizcaíno y Paco López, esté más en duda que nunca. Que muchos de los jugadores actuales del Cádiz han disputado partidos en Primera División es indudable, al igual que recordando que su nivel no ha sido malo en muchos de ellos. Pero el problema está en lo último, lo más reciente, y hoy por hoy este equipo viene de un fracaso y todavía no ha terminado de hacer el famoso click que cambie lo más reciente.
La presión por subir y el conocimiento del aficionado sobre estos jugadores hacen el resto para que ahora mismo el famoso problema mental sea un motivo más para tratar de explicar el pésimo rendimiento de este grupo de jugadores. El Cádiz sigue jugando con el bloque de Primera, amén de Matos, Ontiveros y los minutos de Glauder. El mismo grupo de futbolistas que vienen de un año malo del que aún no han reseteado.