Luka Modric ha recogido la batuta de Toni Kroos y en este Madrid afrancesado (con cuatro galos), el croata es que dirige la partitura blanca. Si Luka llevo el tempo, Valverde, el heredero del 8 del alemán, toca el tambor y Vinicius la trompeta. Y ante el Villarreal dos zapatazos del charrúa y el brasileño decidieron un choque en el que Ancelotti terminó contento con lo que vio en el césped. Sobresalientes estuvieron Camavinga y Vinicius, notables fueron las actuaciones de Vinicius y Modric, Belligham progresa adecuadamente y Mbappé necesita mejorar. El Villarreal, por su parte, pasó con tibieza por Chamartín, se esperaba más colmillo de un Submarino que hizo aguas.  La mala noticia para Ancelotti fueron las lesiones de Vinicius, en el hombro, y Carvajal, que se hizo daño en la rodilla derecha y pinta grave.

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