Medios palestinos informaron el jueves la muerte de Aziz Salha, reconocido por su participación en el linchamiento de dos soldados israelíes en Ramallah en 2000, en un ataque aéreo en Gaza. El asesinato de los dos soldados, ocurrido en las primeras semanas de la segunda Intifada o levantamiento palestino, sacudió profundamente a la sociedad israelí. La imagen de Salha exhibiendo sus manos cubiertas de sangre ante una multitud se convirtió en un símbolo en la historia de la guerra entre Israel y los palestinos.

Los reportes del jueves indican que Salha pereció en un ataque en el centro de la Franja de Gaza, aunque no está claro si fue un blanco específico.

Los soldados reservistas Yosef Avrahami y Vadim Norzhic fueron asesinados en octubre de 2000, tras haber tomado un desvío equivocado que los llevó a Ramallah, ciudad controlada por la Autoridad Palestina en Judea y Samaria. Fueron detenidos por la policía de la Autoridad Palestina y llevados a una comisaría, la cual fue luego asaltada por una turba enfurecida debido a recientes muertes de palestinos en enfrentamientos con el ejército israelí. Los dos soldados israelíes fueron brutalmente golpeados, apuñalados y sus cuerpos mutilados.

Posteriormente, varios individuos fueron detenidos y encarcelados en Israel por su participación en este linchamiento. Salha fue condenado a cadena perpetua en 2004 por el asesinato de Norzhich, aunque fue liberado en 2011 como parte de un polémico acuerdo de intercambio de prisioneros a cambio del soldado israelí Gilad Shalit, secuestrado y retenido por el grupo terrorista Hamás en Gaza.

Israel ha continuado sus ataques aéreos contra objetivos terroristas en la Franja de Gaza, en el marco de la guerra que comenzó tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023. Ese día, miles de terroristas cruzaron la frontera y asesinaron a aproximadamente 1.200 personas, en su mayoría civiles, además de secuestrar a 251 personas.

El acuerdo de 2011, que permitió la liberación de unos 1.000 terroristas, ha sido objeto de mayor escrutinio tras los ataques de octubre. Yahya Sinwar, uno de los líderes de Hamás y principal artífice de las masacres, fue uno de los prisioneros liberados en ese intercambio.

Los soldados reservistas Vadim Norzhic (izq.) y Yosef Avrahami, que fueron asesinados en octubre de 2000 en el linchamiento de Ramallah. (Cortesía)

El miércoles, la Fuerza Aérea Israelí atacó centros de comando de Hamás situados en antiguas escuelas en la Franja de Gaza. Medios palestinos reportaron la muerte de unas 20 personas y decenas de heridos en esos bombardeos. Según el ejército israelí, dos de los centros de comando estaban ubicados en la parte norte del enclave palestino y un tercero en un complejo que antes fue la Escuela de Niñas Nuseirat en el centro de Gaza.

El ejército israelí acusó a Hamás de utilizar estas escuelas como base para organizar ataques terroristas contra sus soldados y contra el Estado de Israel. Los bombardeos fueron planificados basándose en inteligencia precisa, según informaron. También indicaron que se tomaron medidas para minimizar el impacto en la población civil, mientras acusaban a Hamás de usar instalaciones civiles de manera sistemática para fines terroristas.

El Ministerio de Salud de Hamás en Gaza ha afirmado que más de 40.000 personas han muerto en el último año de conflicto entre Israel y Hamás, aunque estas cifras no han podido ser verificadas y no hacen distinción entre civiles y combatientes. Israel ha declarado que su objetivo es minimizar las bajas civiles y recalca que Hamás utiliza a la población de Gaza como escudos humanos, operando desde zonas civiles como viviendas, hospitales, escuelas y mezquitas.

En agosto, Israel aseguró haber eliminado a unos 17.000 combatientes en enfrentamientos en Gaza, además de otros 1.000 terroristas durante la masacre del 7 de octubre de 2023, que desató la guerra.

También el miércoles, se informó que tanques israelíes avanzaron en áreas de Jan Yunis, en el sur de Gaza. Medios palestinos señalaron que los tanques llevaron a cabo incursiones en varias zonas del este y centro de la ciudad, retirándose posteriormente en parte.

El Ministerio de Salud de Hamás reportó que 51 personas murieron en los ataques y al menos 82 resultaron heridas. Las Fuerzas de Defensa de Israel no hicieron comentarios inmediatos sobre estos informes.

Residentes de Jan Yunis relataron que intensos bombardeos aéreos acompañaron las incursiones en tres barrios de la ciudad.

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