Este es el aspecto que tendría actualmente Caroline del Valle, la chica de 14 años que desapareció en Sabadell en 2015. Su madre, Isabel Movilla, pide que se difunda esta imagen, una proyección de su envejecimiento hecha a partir de una de las últimas fotografías que se hicieron de la menor.
Los Mossos d’Esquadra le han facilitado el retrato a Isabel después de que la mujer lo requiriera. La policía catalana había anunciado recientemente en un foro de seguridad que trabajará en el futuro con empresas de inteligencia artificial para poder actualizar el aspecto de las personas que permanecen desaparecidas.
El objetivo de esta colaboración entre investigadores policiales y profesionales de las nuevas tecnologías pretende ayudar a la identificación de desaparecidos cuyo aspecto puede haber cambiado mucho en relación a la última imagen que se conserva de ellos debido al paso del tiempo.
Sin validez forense
La madre de Caroline, subrayan fuentes policiales, tras saber de la iniciativa de la policía catalana solicitó que le entregaran una imagen actualizada digitalmente de su hija. Los Mossos, que todavía se encuentran en una fase muy embrionaria de la iniciativa, accedieron y pidieron a una empresa que trabajara en una imagen actual de la adolescente. Las mismas fuentes del cuerpo catalán remarcan que no se trata de un instrumento con validez forense, sino simplemente de una aproximación hecha gracias a la inteligencia artificial.
“Pido ayuda para que se difunda este retrato que muestra la progresión física de mi hija. Cuando la gente ve la imagen de Caroline ve a una niña de 14 años y actualmente tiene ya casi 24 años”, razona Isabel, en declaraciones a EL PERIÓDICO, sin perder la esperanza de encontrarla con vida, a pesar de los años transcurridos desde que la vio por última vez.
Desesperación
El sábado 14 de marzo de 2015, Caroline le pidió permiso a su madre para dormir en casa de Silvia, una amiga. Isabel se lo dio, ignorando que su hija planeaba salir esa noche de fiesta junto a Silvia y amigos de un grupo nuevo que frecuentaba desde que había comenzado la secundaria en el IES Montjuïc.
La pandilla cogió el tren hasta Sabadell y pasó la noche en locales de la zona hermética. Sobre las cuatro de la madrugada, al salir de una discoteca, se toparon con un coche patrulla de los Mossos d’Esquadra y, como algunos de los nuevos amigos de Caroline tenían problemas con la policía, el grupo echó a correr y se dispersó. Caroline siguió a Justin.
Entorno
Justin declararía días después que perdió a Caroline enseguida y pasó las dos horas siguientes solo, escondido en el solar abandonado conocido como Castell de Can Feu, hasta que regresó a Barcelona. El resto de amigos se reagruparon a los 15 minutos y se fueron a almorzar. Ninguno de ellos echó de menos a Caroline. Ni siquiera Silvia, la amiga en cuya casa iba a dormir supuestamente aquella noche.
“Sé que los amigos de ella que estaban allí saben más cosas, lo saben todo, y no lo cuentan. He intentado hablar con ellos. Y lo único que he recibido han sido insultos y amenazas. Tendrían que hacer careos entre ellos. Y ver de una vez hasta dónde saben. Antes no podía hacerlo porque son menores. Pero ahora ya no lo son”, lamenta Isabel. La madre adjunta como prueba una conversación de Facebook con una de ellas en las que se aprecian los insultos y amenazas que recibió durante el diálogo. Silvia, junto al resto de amigas, ocultaron a Isabel durante casi 24 horas que Caroline había desaparecido.
Investigación
El caso de Caroline se encuentra archivado provisionalmente y el juzgado no lo reabrirá hasta que los Mossos aporten nuevos indicios. Que esté congelado judicialmente no significa que los Mossos se hayan rendido. La investigación está en manos ahora de la Unitat Central d’Homicidis y sus agentes continúan tratando de resolverlo. Se ha buscado el cuerpo de Caroline en balsas, solares, fábricas abandonadas y también en pozos. “Se han destinado todos los recursos necesarios, activando unidades como la canina, la de subsuelo o la actuática”, subrayan fuentes de los Mossos, que remarcan que no han dejado de buscarla.
Cada 9 de marzo se celebra el día de las personas desaparecidas sin causa aparente. La fecha se escogió porque ese día, de hace 25 años, desapareció Cristina Bergua, a cuyo recuerdo se dedica desde la semana pasada un espacio en Cornellà. Cada año se denuncian en Catalunya unas 3.000 desapariciones. Casi todas son voluntarias. Y la inmensa mayoría de las que no lo son, también terminan aclarándose. Menos casos como los de Cristina. O de Caroline. Hasta la fecha.