Un palestino de 37 años murió debido a la metralla en el ataque masivo de misiles que Irán lanzó contra Israel la noche del martes, confirmaron funcionarios. Al parecer, fue la única víctima mortal del ataque.

“El trabajador palestino murió en Jericó, alcanzado por fragmentos de un cohete que cayeron del cielo”, informó Hussein Hamayel, gobernador de Jericó, en una declaración a la agencia AFP.

Según medios palestinos, la víctima, Sameh al-Asali, era originario de Jabaliya, en la Franja de Gaza, y fue impactado cerca de la aldea de Nu’eima, próxima a Jericó. El incidente también dejó cuatro palestinos heridos por la metralla del mismo misil.

La información divulgada en redes sociales, respaldada por una imagen de su identificación, señala que al-Asali, padre de tres hijos, era uno de los miles de trabajadores de Gaza con permisos de trabajo en Israel, quienes quedaron atrapados en el país tras el cierre fronterizo el 7 de octubre. Muchos buscaron refugio en las áreas de Judea y Samaria.

Imágenes y videos en las redes muestran un fragmento de misil de aproximadamente un metro de largo junto al cuerpo de al-Asali, cubierto por una sábana mientras yacía en el suelo.

En Israel, el bombardeo dejó dos heridos en Tel Aviv, según reportó Magen David Adom (MDA). Además, varias personas recibieron atención médica por heridas menores provocadas al caer durante su huida hacia refugios o por episodios de ansiedad severa, según la misma fuente.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) declararon que interceptaron “una gran cantidad” de los 180 misiles balísticos disparados por Irán, gracias a los sistemas de defensa aérea israelíes y a la colaboración de Estados Unidos, que detectó la amenaza e interceptó algunos de los proyectiles. Jordania también informó haber neutralizado varios misiles y drones que ingresaron en su espacio aéreo.

Cuentas en redes sociales de habla árabe catalogaron el ataque iraní como una “medida de protección”, mientras que en el Líbano y otros países se criticaba a Teherán por no tomar represalias tras el asesinato en Beirut de su aliado, Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, la semana pasada.

Otros usuarios de redes árabes comentaron que, hasta la fecha, los ataques de la República Islámica de Irán solo han logrado herir y matar a musulmanes sunitas en su ofensiva contra Israel. En abril, Irán había lanzado un ataque similar con misiles y drones, pero la mayoría de los proyectiles fueron interceptados por Israel, Estados Unidos y sus aliados. En ese ataque, solo una niña beduina de siete años fue herida en el sur de Israel.

El ataque del martes ocurrió poco después de que Estados Unidos advirtiera que se planeaba una ofensiva masiva desde Irán contra el Estado judío, lo que permitió a las FDI activar sus defensas aéreas a tiempo. Asimismo, el Mando del Frente Interior instruyó a la población a mantenerse cerca de los refugios antiaéreos, minimizando así el número de víctimas. No obstante, la misión iraní en la ONU negó haber informado previamente a Estados Unidos sobre el ataque.

Los proyectiles lanzados por Irán generaron numerosos cráteres en Israel. Videos en redes sociales mostraban un gran sumidero en la región de Sharon y restos de misiles en la ciudad beduina de Tel Sheva, al sur de Israel.

Además del misil que acabó con la vida de al-Asali, se registraron otros impactos en Judea y Samaria. En Ramallah, palestinos fueron grabados interactuando con los restos de un misil balístico que cayó en la ciudad.

El portavoz de las FDI, contralmirante Daniel Hagari, anunció que Israel responderá al ataque iraní. “Nos mantenemos en alerta máxima tanto en defensa como en ofensiva. Protegeremos a los ciudadanos de Israel. Este lanzamiento de misiles tendrá consecuencias. Actuaremos en el momento y lugar que consideremos apropiados”, afirmó Hagari.

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