El ‘Frente Atlético’ campa a sus anchas por el Metropolitano, como antes lo hacía por el Vicente Calderón. La imagen de varios encapuchados dirigiendo la animación del fondo sur del estadio rojiblanco en el derbi del pasado domingo es inconcebible en pleno 2024, más aún cuando otros clubes como Barcelona o Real Madrid han expulsado de sus estadios a los ultras.
Sin embargo, los miembros del ‘Frente Atlético’ sigue instalados en la tarima del fondo sur del Metropolitano, lugar privilegiado que les permite mantener su estatus en el club. El embrión de lo que es el ‘Frente Atlético’ nació en la temporada 68-69 con el nacimiento de la peña ‘Fondo Sur’, en la que militaban figuras como ‘el Indio’, ‘el Gitano’ o ‘el hijo del señor Donato’, todos ataviados con boinas negras en las que llevaban bordadas las iniciales FS, de ‘Fondo Sur’. El ‘Frente Atlético’ se crea oficialmente en 1982. Originalmente iba a llamarse ‘Brigata Rossibianca’, pero el propio club aconsejó que se tomara un nombre en español y decidieron adoptar el de ‘Frente Atlético’, en referencia a la organización falangista ‘Frente de Juventudes’, a la que pertenecieron algunos de sus miembros. De ahí su ideología de extrema derecha, a la que están vinculados sus miembros, lo que les convierte en enemigos de todos los grupos ultras de ideología de izquierdas.
De Zabaleta a ‘Jimmy’
Miembros de Bastión, una de las secciones del ‘Frente Atlético’, estuvieron involucrados en el asesinato del seguidor de la Real Sociedad, Aitor Zabaleta, asesinado el 8 de diciembre de 1998 tras recibir una puñalada en los alrededores del estadio Vicente Calderón. Ricardo Guerra, perteneciente al grupo, fue condenado a 17 años de cárcel por la muerte del aficionado donostiarra.
Durante años, jugadores del Atlético se vieron obligados a pagar un ‘impuesto revolucionario’. Pero algunos no se dejaron extorsionar como Kiko Narváez, que se negó a pagar un desplazamiento a los ultras y estos la tomaron con el jerezano. El 28 de julio de 2001, en un amistoso de pretemporada ante el Alcalá exhibieron una pancarta que decía: ‘Forza Futre, Kiko muérete. A muerte con el equipo y con Luis, fuera Gil». Jesús Gil arremetió contra ellos entonces: «Son una facción de cuatro terroristas baratos que no se representan ni a sí mismos. Han utilizado el Atlético para unos fines que tienen muy poco que ver con animar y apoyar a los colores del Atlético. Lo que tienen que hacer es marcharse a otro sitio. Aquí no tienen cabida. La Policía les tiene fichados y no van a poder entrar al estadio».
El 19 de mayo de 2005 una veintena de radicales presentes en el entrenamiento del primer equipo tiró la puerta que daba acceso al campo y saltó al césped para increpar a los jugadores, a los que amenazaron por la mala situación deportiva del equipo. «A la mina os llevaba yo», les gritaron a la cara y uno de ellos fue más allá con sus amenazas a un jugador que se enfrentó a ellos: «Como te vuelvas a encarar conmigo, te mato a hostias. No vuelves a vivir en tu puta vida».
Koke, jugador del Atlético, dialoga con los ultras del equipo rojiblanco en el sector desde el que se tiraron los mecheros contra Courtois. / Associated Press/LaPresse
Posteriormente el ‘Frente Atlético’ también estuvo involucrado en una pelea campal en los aledaños del estadio Vicente Calderón que derivó en el asesinato el 30 de noviembre de 2014 de Francisco Javier Romero Taboada, alias Jimmy, miembro de la sección ‘Los Suaves’ del grupo ultra del Deportivo de la Coruña ‘Riazor Blues’. El hincha recibió una paliza y acabó arrojado al río Manzanares, donde falleció.
Encapuchados y respaldados
Después de la reyerta el Atlético de Madrid, por boca de su consejero delegado Miguel Ángel Gil Marín, anunció: «Vamos a expulsar al ‘Frente Atlético’ del Calderón». Y el día 2 de diciembre de 2014 el Atlético hizo público que había «expulsado al ‘Frente Atlético’ del Calderón». Desde entonces las referencias al ‘Frente Atlético’ han desaparecido del campo, pero sus ultras han seguido entrando al estadio y atemorizando a hinchas propios y rivales, dirigentes y hasta jugadores. La imagen de este domingo en el derbi con el fondo sur del Metropolitano liderado por encapuchados con los que José María Giménez, Koke y Diego Pablo Simeone negociaron una tregua en el lanzamiento de objetos a Courtois confirma que el Atlético sigue ‘secuestrado’ por los violentos. Las palabras de Simeone comprando los argumentos de la provocación de Courtois a los violentos, o las de Koke, poniéndose de perfil al ser preguntado por la necesidad de expulsar al ‘Frente Atlético del estadio: «El club tendrá que hacer lo que tenga que hacer con sus aficionados. Yo no soy nadie para decir qué tienen que echar a nadie». El régimen del terror aún reina en el Metropolitano.
