Vox financió las campañas de las elecciones generales y municipales del año pasado con sendos créditos por un importe total de 9,2 millones concedidos por el banco húngaro Magyar Bankholding (MBH), el segundo del país.
Fuentes del partido de Santiago Abascal han confirmado este lunes que recurrieron al MBH, banco que el periódico El Confidencial relaciona en una información publicada hoy con el primer ministro húngaro, el ultraderchista Viktor Orban.
Desde el entorno de Abascal, justifican estas operaciones de crédito en la negativa de las entidades bancarias españolas a financiarles, a diferencia del PSOE y el PP y a pesar de ser el tercer partido del país.
El informe de gestión de Vox correspondiente al ejercicio de 2023 revelaba que adeudaba a los bancos 9.229.444 euros, correspondientes a créditos pedidos para hacer frente a las elecciones generales y municipales.
Para las generales, solicitó un crédito de 6,5 millones, mientras que el importe del crédito para las municipales ascendió a 2,6 millones.
Unos préstamos «absolutamente legales», que ya fueron devueltos por Vox y que fueron comunicados debidamente al Tribunal de Cuentas, han asegurado las fuentes, que han recalcado si volviera a ser necesario, recurrirán de nuevo a bancos extranjeros para financiarse.
«Lo hemos hecho y lo volveremos a hacerlo si hace falta», han afirmado las fuentes, que han restado así importancia a los préstamos concedidos por el banco húngaro.
En Vox tampoco hay preocupación por las insinuaciones del eurodiputado de Se Acabó La Fiesta Alvise Pérez sobre que Santiago Abascal también cobró de la empresa Madeira Invest.
Según la Fiscalía General del Estado, esta plataforma de inversión pagó 100.000 euros a Alvise para que la promocionara en actos públicos, un pago que el eurodiputado ha admitido no comunicó a Hacienda.
En declaraciones a los periodistas en el Congreso tras reunirse con el dirigente opositor venezolano Edmundo, el líder de Vox ha confirmado este lunes que ha presentado la querella anunciada contra Alvise.
Abascal ha expresado, no obstante, su respeto por las 800.000 personas que le votaron en las elecciones europeas y que «hartas de la corrupción» han pensado que «no tenían que confiar en otras fuerzas políticas».
Fuentes de Vox creen, no obstante, que a Alvise le «pasará factura» el fraude fiscal, ya que no solo le hace daño a él personalmente sino también a quienes le han votado como «última esperanza».