Ferit ha pasado toda la noche dibujando sin parar, decidido a no defraudar a su abuelo. A la mañana siguiente, se ha presentado en la habitación de Halis con el boceto terminado.

El patriarca de los Korhan se ha quedado impresionado con el diseño, reconociendo el talento de Ferit. Está convencido de que su nieto tiene potencial para trabajar en la empresa, pero cree que debe empezar desde abajo para aprender a valorar el esfuerzo y convertirse en un hombre respetable.

Durante el desayuno, Halis ha comunicado a la familia que Ferit se incorporará a trabajar con el maestro de las piedras preciosas, un viejo amigo de Halis con quien todos han trabajado en la mansión.

El abuelo ha advertido a Ferit que si mantiene su actitud despreocupada, no lo tendrá fácil. Espera que no decepcione al maestro y le ha dado un último consejo: «Debes besarle la mano al llegar, entrar antes que él y salir después».

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