El president Salvador Illa «dijo desde principio que quería un Govern para todo el mundo, por tanto es bueno que los nombramientos sean transversales para atender la diversidad ideológica de la sociedad catalana». Así explicaba la consejera y portavoz del Govern, Sílvia Paneque, la incorporación al ejecutivo catalán de David Bonvehí. Ex presidente del PDeCat, Bonvehí fue el último gestor del «partido puente» fundado por Artur Mas para dejar atrás las siglas de Convergencia Democràtica y abandonado por Carles Puigdemont para fundar Junts.

Bonvehí forma parte de la última tanda de nombramientos aprobados por el ejecutivo catalán este miércoles y confirma la OPA de Illa al espacio representado durante décadas por CiU. Una operación que se inició con el nombramiento del Govern, que incorpora a tres consejeros del antiguo entorno nacionalista. Y que se ha completado en las primeras semanas del mandato con gestos y nuevos nombramientos.

Entre los gestos, los encuentros con ex presidentes que han llevado a Palau a Jordi Pujol y Artur Mas. Entre los nombramientos, el más sorprendente fue sin duda la recuperación de Miquel Sàmper, ex consejero de Interior con Quim Torra, como nuevo titular de Empresa de la Generalitat. Pero no es el único miembro del Consell Executiu que procede de CiU.

Consejeros de la extinta Unió

Con esas siglas fue también consejero de Interior Ramon Espadaler, actual titular de Justicia. Aunque en este caso no había sorpresa. Espadaler fue el encargado de liquidar la herencia de Unió Democràtica tras la ruptura de la coalición nacionalista, y de crear unas nuevas siglas socialcristianas, Units per Avançar, que han concurrido en las tres últimas convocatorias electorales coaligadas con el PSC. Fue, de hecho, el inicio de la particular OPA socialista al espacio posconvergente tras el colapso de CiU.

También había militado en Unió, aunque mucho tiempo antes, el nuevo consejero de Acción Exterior, Jaume Duch. En su caso, llega al cargo avalado por su larga experiencia en el Parlamento Europeo, primero como director de Comunicación, y desde 2017 como portavoz de la Eurocámara, donde se convirtió en una de las voces críticas con la deriva independentista del Govern de Puigdemont. Algo que no le perdonan desde las filas de Junts y ERC.

En la gestualidad Illa se ha alejado de ERC y Comunes, desde el apoyo a los Mossos d’Esquadra al retorno a la celebración de la Misa de la Mercè

Salvador Illa llegó a la presidencia de la Generalitat con los votos de ERC y los Comunes a cambio de dos acuerdos de investidura que son auténticos programas de gobierno, muy alejados en política fiscal o grandes infraestructuras como el Aeropuerto de El Prat de la tradición convergente. Pero en la gestualidad, el socialista se ha alejado tanto de republicanos y comunes como de los últimos gobiernos sometidos al marcaje de la CUP. Desde el apoyo a los Mossos d’Esquadra al retorno a la celebración de la Misa de la Mercè, con motivo de las fiestas patronales de Barcelona.

Una estrategia que empezó a exhibir en campaña, cuando anunció el fichaje del mayor de los Mossos, José Luis Trapero. El nuevo director general de la Policía forma parte también del grueso de altos cargos procedentes de gobiernos nacionalistas -fue ascendido a Mayor por el Govern de Mas, precisamente con Espadaler como consejero-. Aunque el particular via crucis de Trapero tras el 1-O, con las denuncias sobre el comportamiento del ejecutivo de Puigdemont, ya lo habían alejado del entorno independentista.

Sàmper, el puente con Convergencia

El departamento que dirige Miquel Sàmper se ha convertido sin duda en el auténtico puente hacia la antigua convergencia aunque su número dos es Pol Gibert, diputado socialista de larga trayectoria en el PSC. Bajo su mando, Maria Galindo asume la secretaría de Políticas Digitales tras haber ocupado una dirección general en el mismo ámbito a las órdenes de Jordi Puigneró, conseller de Junts.

En el mismo equipo se inscribe Emili Alberich, vinculado a Convergencia y el PDeCat. Dirigió los gabinetes de Josep Rull como consejero y Mercé Conesa al frente del Puerto de Barcelona.

Aunque el departamento de Sàmper no es el único que ha buceado en los antiguos equipos convergentes para nutrirse. En Exteriores el hasta ahora alcalde de Campdevánol (Girona) por Junts, Oriol Lázaro, ocupará la Dirección General de la Cataluña Exterior. Francesc Xavier Güell, secretario de organización de Units, ha asumido la Dirección General de Centros Concertados en el Departamento de Educación.

Sus nombres se suman a los de Bonvehí, Trapero y hasta tres jefes de prensa en los departamentos de Empresa, Justicia y la poderosa consejería de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica que prestaron servicio a gobiernos convergentes. Toda una declaración de intenciones de un Salvador Illa empeñado en pasar página del procés enlazando con la Generalitat anterior a 2017.

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