La sequía, que lleva meses marcando las cosechas en Cataluña, ha dado un respiro este año al bosque. Desde hace ya días, profesionales y aficionados están encontrando buenos ejemplares de las setas más tempranas, entre ellas los ceps (o boletus en castellano) en las cotas más altas, y frescas, del Pirineo. En otras zonas de Cataluña, también han empezado a verse los primeros rovellones (o níscalos) y no tardarán mucho en llegar el resto de hongos silvestres, como rossinyols (rebozuelos), camagrocs (rebozuelo anaranjado) trompetas.

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