Lejos queda de Aragón esa negociación que busca un acuerdo a tres bandas para reducir la jornada laboral a 37,5 horas y media. En Madrid andan tirándose los trastos a la cabeza y dan casi por imposible alcanzar un pacto, razón por la que los sindicatos se movilizaron ayer frente a las sedes de la patronal para exigir un desbloqueo de la mesa y, en su defecto, que el Gobierno legisle en favor de su reivindicación de forma unilateral. Pero si ayer centenares de afiliados a UGT y CCOO se manifestaban a las puertas de la sede de la CEOE en Zaragoza, este viernes se ha dado un sintomático hecho exclusivo de las tierras aragonesas. Los líderes de los cuatro agentes sociales mayoritarios de la comunidad se han dado cita en ese mismo lugar para debatir sobre el asunto de rabiosa actualidad en el terreno laboral.

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