El Valencia de Rubén Baraja no destaca especialmente por su potencial ofensivo, sino más bien por rentabilizar al máximo cada gol anotado a través de una buena defensa. Su estilo, que le hace vivir alejado del área en muchos tramos del partido, exige tener a un delantero trabajador para ayudar al equipo a ganar metros y acertado para aprovechar las pocas ocasiones de las que disponga. Perfil en el que entra Hugo Duro, que entre goles y asistencias acabó representando casi la mitad de la producción anotadora valencianista y que en este inicio de campaña está dibujando una tendencia similar, además de actuar como ‘hombre bolla’ en las salidas en largo.
El curso pasado solamente seis equipos anotaron menos tantos que los 40 que firmó el combinado de Mestalla, que finalizó noveno porque solamente cinco recibieron menos que los 45 de los valencianistas. En este contexto, tuvo ‘valor oro’ cada uno de los 13 goles que anotó Duro y cada una de sus cuatro asistencias, llevándole a participar directamente en el 42 por cien de los goles.
No lo tuvo, de hecho, nada fácil como revelan algunas estadísticas. Por ejemplo, el Valencia acabó la temporada como el equipo de LaLiga que menos disparó por partido, siendo el único de todo el campeonato que se quedó por debajo de los 10 intentos. De estos, Duro protagonizó 1’8 de media, es decir, 66 en toda la temporada, por lo que marcó una vez cada cinco disparos. Cifras de efectividad muy elevadas: ratio casi idéntico al de Robert Lewandowsi o Gorka Guruzeta y mejor que el de Gerard Moreno (6) o Iago Aspas (9).
En términos de juego, tener a Duro de vuelta también representa alternativas para el equipo, que va a ser más capaz de salir con envíos en largo y le va a ayudar a salir del bloque bajo en muchas ocasiones. El ‘9’ es un especialista manejándose de espaldas y de hecho provoca numerosas faltas que permiten al Valencia reanudar el juego más arriba (el año pasado fue el segundo jugador que más faltas por partido recibió de toda LaLiga con 2’6).
Misma senda
Con el cambio de temporada la importancia de Hugo Duro se mantiene, siendo uno de los integrantes de la columna vertebral de Rubén Baraja. En lo que va de campaña el Valencia solamente suma cinco goles marcados y dos de ellos son del ariete madrileño a pesar de haberse perdido dos encuentros por lesión. El equipo no los pudo rentabilizar demasiado debido a que arrancó el curso con una solvencia defensiva muy alejada de la que mostró la temporada pasada, pero con dos porterías a cero en los últimos choques y con el regreso de su ‘9’ titular espera poder empezar despegar a nivel de resultados.
Vuelve su ‘socio’
Al regreso de Duro habrá que sumarle paulatinamente el de Fran Pérez, que el pasado martes salió en el tramo final para probar sus sensaciones y tratar de darle continuidad a los ataques por banda derecha. El valenciano todavía necesita un periodo de adaptación antes de regresar a su mejor nivel físico, pero aportará alternativas al equipo en la rotación. Además, atendiendo a las estadísticas de la temporada pasada, el ‘23’ también es el mejor socio de Hugo Duro, al que sirvió hasta tres asistencias. De hecho fue la quinta mejor sociedad de LaLiga. El joven futbolista dio en total cuatro pases de gol y anotó un tanto, siendo también uno de los jugadores más productivos del equipo.