El Juzgado de Instrucción número 3 de Palma de Mallorca ha impuesto dos penas de seis meses de cárcel cada una al aficionado que profirió, en dos partidos diferentes, insultos racistas contra los futbolistas Vinicius Junior y Samu Chukwueze. Se trata de la segunda sentencia condenatoria en España por racismo en los estadios de fútbol, tras los ocho meses de cárcel que un juez de Valencia impuso a un aficionado por insultar al propio Vinicius en un partido en Mestalla.

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