El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha cerrado sus tres días de viaje a Nueva York para participar en la semana de alto nivel de Naciones Unidas con un discurso este miércoles ante la Asamblea General en el que ha llamado a la “refundación del multilateralismo”.
Poco antes, Sánchez ha intervenido en un debate abierto en el Consejo de Seguridad, el más poderoso órgano de la ONU cuya efectividad está en entredicho ante su bloqueo para responder a crisis como las guerra en Ucrania y en Gaza. Y ahí ha defendido una reforma y la abolición del veto, un poder que ahora tienen Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido, y que los dos primeros países han estado utilizando, en el caso de Washington a menudo para proteger a Israel y en el de Moscú para frenar sanciones y esfuerzos contra su invasión de Ucrania.
“Coherencia”
Sánchez ha urgido a todas las naciones a actuar con “coherencia” y ha subrayado que ese es un valor que practica España. Eso, ha asegurado, “nos lleva a decir lo mismo en Ucrania, en Gaza y en cualquier otro lugar: defensa de la paz, de los derechos humanos y de un orden internacional basado en reglas”.
En ese terreno Sánchez ha criticado a Vladimir Putin, diciendo que su agresión se dirige “no solo al pueblo ucraniano sino contra toda la comunidad internacional”. Y ante el consejo había denunciado que Rusia “viola de manera flagrante la Carta de las Naciones Unidas, invadiendo injustificada e ilegalmente a otro país”.
Respecto a la situación en Oriente Próximo, Sánchez ha descrito la situación en Palestina como una “insoportable espiral de muerte y devastación que se ha extendido al Líbano”, que ha tildado como “una escalada del conflicto de la máxima gravedad”. Ha urgido de nuevo a alcanzar un alto el fuego, a la liberación de todos los rehenes y al acceso de la ayuda humanitaria y ha defendido la solución de los dos estados. Y ha recordado la opinión de la Corte Penal Internacional que ha establecido la ilegalidad de la ocupación de los territorios palestinos, “una ocupación que debe terminar inmediatamente”, ha dicho.
La idea de coherencia también la había expuesto horas antes en una entrevista que le ha realizado en CNN Internacional la periodista Christiane Amanpour, que había preguntado al líder español por la decisión “valiente” de su gobierno de reconocer a Palestina, como han hecho también en Europa Irlanda, Noruega y Eslovenia.
Venezuela
Amanpour también ha preguntado a Sánchez sobre la situación en Venezuela, a la que el presidente ha hecho luego referencia en una rueda de prensa con periodistas españoles y en su discurso ante la Asamblea.
El presidente ha asegurado que “es imperativo el respeto de la voluntad del pueblo venezolano, con un recuento de los resultados electorales en condiciones de total transparencia”. Amanpour ha mostrado visiblemente su escepticismo ante la posibilidad de que Nicolás Maduro vaya a permitirlo, o de que vaya a funcionar cualquier tipo de presión internacional, recordando que la de EEUU “no fue a ningún sitio”. Pero Sánchez ha insistido en apostar por esa fórmula, ir “paso a paso, poniendo toda la presión de la comunidad internacional” y volcarse en iniciativas regionales en busca de soluciones. “Es el momento de la gente de Venezuela para encontrar un acuerdo que pueda acabar con esta crisis”, ha insistido.
Democracia
En su discurso ante la Asamblea, Sánchez ha lanzado también una alerta sobre retroceso de la democracia. “Derechos que se creían consolidados son hoy cuestionados o revertidos. Una agenda reaccionaria global se abre paso al calor de la desconfianza en las instituciones, la polarización y la reivindicación de un pasado inventado, tan falso como sus proclamas”, ha dicho. “La democracia libra una batalla por su supervivencia. Y, seamos claros: no deja de ceder terreno ante sus enemigos”.
“La paz sin democracia es la paz de las cárceles”, ha declarado en otro momento. “La democracia sin desarrollo ni progreso es la antesala de la autocracia”.
El presidente ha realizado además una defensa de la política feminista y ha renovado su llamada a que la próxima presidencia de la ONU y de su Asamblea General recaigan en mujeres y que haya alternancia de género en esos puestos. Ha querido hacer un discurso optimista sobre la emergencia climática apostando por la ciencia para combatirla y por la eliminación de los combustibles fósiles. Ha hablado también de Inteligencia Artificial y del necesario refuerzo de la financiación para el desarrollo. Y ha prometido incrementar la contribución de España al sistema de Naciones Unidas en al menos un 25% de cara al periodo 2025-2027.