Corría el año 2014 cuando un grupo de científicos escuchó por primera vez un enigmático sonido en las profundidades del océano Pacífico, cerca del archipiélago de las Marianas. Aquel ruido metálico, al que pusieron por nombre ‘Biotwang’, ha intrigado y desconcertado a la comunidad científica durante estos diez años. Aunque desde el principio se sospechó que el sonido era producido por ballenas, la falta de pruebas visuales imposibilitaba confirmarlo. Hasta ahora.

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