Ahora, sí. Salvo cambio de criterio de última hora, todo apunta a que las cajas de radares que el Ayuntamiento de Alicante instaló en la avenida de Elchedurante las obras de reurbanización, que finalizaron a mediados de 2017, albergarán en breve los dispositivos electrónicos necesarios para que entren en servicio para que cumplan la función: multar a quien exceda la velocidad permitida. En estos siete últimos años, los recipientes han permanecido vacíos, sufriendo el paso del tiempo y, en consecuencia, las inclemencias meteorológicas, lo que es apreciable a siempre vista por el óxido existente en las cajas. 

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