Si la medición de audiencias televisivas cayera en manos de Tezanos tendríamos la certeza de que las encuestas mentirían e inclinarían la balanza siempre del mismo lado. Por fortuna no ocurre así con el “share” televisivo, pero no deja de sorprender que en “prime time” el neófito Broncano consiga unos números disparatados en su debut y su contrincante, el veterano Motos, con diecisiete temporadas a sus espaldas, mejore los suyos, que ya eran de liderazgo asombroso. Quienes pensaban que uno le quitaría la clientela al otro, se equivocaron. Quienes cavilaron acerca de una pugna televisiva como experimento para reforzar la polarización, erraron también.

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