La vida sin Muriqi no es sencilla en el Real Mallorca. Ya lo sufrió el año pasado tras lesionarse con Kosovo y le costó horrores amarrar un triunfo. Ahora la historia se repite, aunque se espera que el desarrollo de la misma sea diferente. Y más teniendo en cuenta que al conjunto bermellón le esperan tres viajes consecutivos que pueden arreglar la primera vuelta o seguir confiando en Son Moix. Para empezar, toca visitar esta noche el siempre complicado Benito Villamarín para medirse a un Betis (21 horas/Movistar) que está empezando a superar el duelo por la marcha de Fekir y empezando a bailar al ritmo de Lo Celso.
Si el Mallorca quiere vivir una temporada tranquila, sin sobresaltos ni sufrimiento innecesario, está obligado a ir sumando puntos como visitante. Este curso, tras seis jornadas, solo ha jugado dos partidos lejos de la isla. Derrota en Pamplona ante Osasuna (1-0) y victoria en Butarque frente al Leganés (0-1). Ser mínimamente regulares en este sentido es uno de los debes históricos del equipo y uno de los objetivos internos de Arrasate.
Las sensaciones y últimos resultados de los bermellones ayudan a ser optimistas, a pesar de jugar ante un rival al que casi nunca gana y ante un entrenador que solo ha perdido una vez de 24 frente al Mallorca. Dejando al margen el bajonazo del punto perdido frente al Villarreal, la sólida imagen mostrada ante la Real Sociedad y la situación en la tabla permite a los bermellones acudir a Sevilla con intenciones de regresar con puntos a la isla.
Para este encuentro, Arrasate tendrá que encontrar sustituto a Asano y Muriqi, las dos ausencias sonadas en una lista a la que regresa Pablo Maffeo tras varios encuentros fuera por lesión.
Greif volverá a la portería, Antonio salvo sorpresa seguirá en el lateral y Valjent recuperará su sitio al lado de Raíllo, con Mojica en la izquierda.
En el centro del campo Mascarell, Samú y Darder, que tan bien funcionaron ante la Real, serán los encargados de frenar el juego del Betis y dar fluidez al propio. Las bandas parecen destinadas a Robert Navarro y Dani –sin descartar que se cambie el rol con el mediapunta de Artà– y Larin en ataque.
Por su parte, el Betis afronta el tercer compromiso casero consecutivo y lo hace henchido de moral tras el buen juego desplegado frente a Leganés y Getafe, encomendado ya a la batuta del argentino Giovani Lo Celso como faro de su juego.
Pellegrini saldrá con un dibujo que girará sobre Lo Celso y que, en todo caso, se basará en la consistencia defensiva ante el fútbol directo y las segundas jugadas de los de Arrasate, además de evitar euforias y confianzas tras las dos últimas victorias.
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