El Gran Premio de Singapur, la carrera más exigente del calendario, con 62 vueltas que se hacen eternas bajo un calor asfixiante y con mínimas oportunidades de adelantamiento, suele decidirse por estrategia. No la ha necesitado Lando Norris,que conduce un auténtico ‘cohete’ y ha dominado de principio a fin en el circuito de Marina Bay, pero sí ha servido para ordenar el resto de posiciones y especialmente el podio, con Max Verstappen y Oscar Piastri escoltando al británico.

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