“No sé cómo expresar todo lo que se me pasa por el cuerpo”, ha confesado Alba Flores (Madrid, 1986) mientras prepara un documental sobre su padre, Antonio Flores. Para ello cuenta con la ayuda de Isaki Lacuesta, ya curtido en el ‘biopic’ musical con ‘Segundo Premio’, cinta sobre Los Planetas que representará a España en los Oscar. Isaki Lacuesta dirige ‘Flores para Antonio’, película que su hija Alba produce y protagoniza. Cuando el cantante murió, a la edad de 33 años, ella aún no había cumplido los 10 y su abuela, la mítica Lola Flores, había fallecido apenas dos semanas antes. Alba Flores explora ahora este cataclismo familiar con un documental que promete ofrecer una nueva perspectiva del autor de himnos como ‘No dudaría’ o ‘Pongamos que hablo de Madrid’ gracias a material inédito. Su hija ha admitido que apenas conserva recuerdos de primera mano de él, que le compuso ‘La flor que siempre quise en mi jardín’ como testimonio de su amor según llegó al mundo.
Famosa desde su nacimiento, Alba Flores ha ganado empaque por méritos propios, gracias a exitosas series como ‘Vis a vis’ y en particular ‘La casa de papel’: tras dar vida a Nairobi, intrépida atracadora de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, le tocó esconderse en los aeropuertos. Mientras Lolita se inscribió en la órbita artística de su madre, sin acabar de zafarse nunca de la sombra de ‘La Faraona’, y su tía Rosario se ha definido como una ‘funky gitana’, Alba Flores ha resultado la más contestataria del clan. Animal político –en el último 23-J llamó a la ciudadanía a “organizarse” y le tiró de las orejas al Gobierno–, ha dado su apoyo a múltiples causas, desde protagonizar campañas de Greenpeace o PETA (es vegetariana) a mostrar su apoyo a Palestina. Mención aparte merece su activismo LGTBI. En 2023, entusiasmó a los asistentes en Madrid del Orgullo con su pregón –“no existe ninguna cuneta donde nos vayan a poder meter a todes juntes” – y fue la más popular del reparto de ‘Te estoy amando locamente’, una película sobre ser homosexual en la España de los 70, cuando se consideraba un delito. Muy celosa de su vida privada, a diferencia de otros miembros de su familia, la ha mantenido siempre a buen recaudo. Su relación que más ha trascendido ha sido con Ondina Maldonado, artista no binario que ha participado en musicales como ‘Hoy no me puedo levantar’.
“Soy un poquito brutilla y un poco mala”, le confesaba de pequeña a Jesús Vázquez en una tierna entrevista en la que se definía como “un poco niño”. Tras la muerte de Antonio Flores, su madre, Ana Villa, le inculcó llevar una vida discreta y el amor por los libros. Aunque deba su fama y fortuna a la televisión, a Alba Flores le encanta el teatro: ha protagonizado ‘Troyanas’ en el Festival de Teatro Clásico de Mérida, ‘La excepción y la regla’, de Bertolt Brecht y ‘Shock 2 (La Tormenta y la Guerra)’. Alba González Villa, en el registro civil y en Twitter, dice que no tuvo elección a la hora de elegir su nombre artístico: todos los miembros de su familia eran Flores por influjo de Lola, a la que ella llamaba siendo poco más que un bebé “Oleole”. A día de hoy, cuenta con más seguidores que el resto de su familia a juzgar por sus redes sociales, con más de 10 millones solo en Instagram frente a los 879.000 de Rosario o los 679.000 de Lolita. Con un ‘look’ que en los últimos tiempos recuerda a David Bowie, Alba ha inaugurado una nueva manera de ser Flores.
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