El presidente del Parlament, Josep Rull (Terrassa, 1968), atiende a El Periódico cuando falta un mes para la celebración del congreso de Junts y pendiente de los avances en la negociación con el Gobierno de Pedro Sánchez tras el acuerdo forjado en Bruselas.
Junts defiende que en los parlamentos se debe hablar de todo, pero su partido ha tumbado la tramitación de una iniciativa para regular los alquileres de temporada que debía abrirse a enmiendas. ¿No es contradictorio?
Cuando una proposición de ley se mueve en unos parámetros, es muy difícil hacer un viraje como el que plantea Junts durante la tramitación. Y si se produce, hay percepción de engaño. El acceso a la vivienda es muy preocupante y afecta a mucha gente. Pero si no tienes una mayoría en el Congreso, tienes que pactar.
¿Cuál es su propuesta?
La hiperregulación ha disuadido a muchos pequeños propietarios, que tienen pisos inactivos por la inseguridad jurídica. La mayor parte de las viviendas no son de grandes tenedores. Tenemos que resolver esta cuestión, porque es el principal freno del ascensor social, pero no lo haremos con titulares fáciles. Con la regulación actual tenemos menos pisos y son más caros que nunca.
Si el PSOE cree que el pacto de Bruselas es válido, no puede actuar desde la unilateralidad
El Congreso votará por segunda vez este jueves el techo de gasto, el primer paso para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado. ¿Qué hará Junts? ¿Volverá a tumbarlo?
La pregunta es qué debe hacer el Gobierno para evitar que se tumbe. El pacto de Bruselas planteaba una manera de negociar. Si [el PSOE] cree que el pacto es válido, tiene que actuar con coherencia. No puede actuar desde la unilateralidad, hay que llegar a acuerdos.
¿Junts se puede permitir dejar caer a Sánchez sin que se le haya aplicado la amnistía a Carles Puigdemont?
Somos conscientes de que un Gobierno de PP y Vox sería muy contundente, pero esto no va de confortabilidad de una formación o de Puigdemont. El objetivo es poder avanzar en el reconocimiento nacional de Cataluña.
La cuestión de la financiación se arrastra desde hace muchos años. ¿Por qué no remar con ERC para conseguirlo?
Es uno de los temas de negociación con el PSOE. Si es un concierto económico, vamos a por todas. Pero, para que sea un concierto, necesitamos tres elementos: que Cataluña recaude todos los tributos, que se fije una cuota de retorno con los costes de lo que asume el Estado y salir del marco de la LOFCA. Hay que acabar con la multilateralidad. Pero Sánchez nos habla de una singularidad para todo el mundo. Es un ‘café para todos’ incierto, vaporoso e inviable.
La financiación singular de Sánchez es un ‘café para todos’ incierto, vaporoso e inviable
¿Por qué no negociar conjuntamente si el objetivo es el mismo?
Cuando entre en el Congreso se incorporarán todas las partes, pero es un trabajo que tenemos pendiente los independentistas: buscar mecanismos de negociación conjunta. Ojalá hubiera sido posible desde el principio, cuando teníamos una fuerza muy determinante juntos en Madrid. Soy de los que cree que aún se puede reconducir.
¿El congreso de ERC puede suponer una oportunidad para ello?
Veremos qué acuerdan y cómo lo hacen.
¿En qué punto está el traspaso de competencias en inmigración? Marlaska descarta el control de fronteras. Por lo tanto, ¿en qué tiene que acabar esta ley y cuál es su el modelo?
Tenemos que poder decidir sobre los flujos y sobre los permisos de residencia y trabajo. Cuando hablamos de derechos y deberes, estos tienen que quedar concretados en los permisos. Esto nos permitiría hacer buenas políticas de gestión de la inmigración y de integración y arraigo.
Una de las mujeres que acusó al diputado de Junts Eduard Pujol por acoso aseguró en un escrito ante el juez que se retractaba y que le señaló bajo coacción. ¿Cómo lo valora?
No se hicieron bien las cosas. Se ha dañado la imagen de un buen servidor público. Esto no puede volver a pasar. Se tiene que analizar lo que se hizo mal y corregirlo.
La corrección es su propia restitución, ¿no?
Sí, pero esta manera de proceder, con esta unilateralidad, sin escuchar a todas las partes, no puede volver a pasar.
¿Puigdemont debería asumir la presidencia del partido?
A mí me gustaría que fuera así. Después tenemos que ver cómo encajamos las piezas, pero el liderazgo operativo de Puigdemont tiene que tener una traducción formal.
Actualmente, la presidenta de Junts es Laura Borràs. ¿Qué posición debería tener en la nueva ejecutiva? Tal y como publicó El Periódico, Borràs aspira a tener una posición equivalente a la de Jordi Turull.
Es un activo excepcional del partido y lo tiene que poder continuar siendo, operativamente y formalmente. Estoy convencido de que seremos capaces de encontrar la fórmula.
Suscríbete para seguir leyendo