La construcción de un nuevo aparcamiento subterráneo privado de cuatro plantas en el corazón del madrileño barrio de Chamberí ha llevado a varias comunidades de vecinos colindantes a organizar acciones de protesta contra el proyecto. Las plazas de garaje están en venta por más de 40.000 euros en la calle Arapiles 8, en un enclave cercano a la glorieta de Quevedo.

Impulsado por un promotor privado, los vecinos de la zona reclaman conocer los detalles del proyecto de construcción. En los últimos días han colocado numerosos carteles en los balcones en contra de la iniciativa. Temen que, dadas las reducidas dimensiones de la parcela, los trabajos de excavación afecten a los cimientos de los edificios aledaños, diseñados por el reconocido arquitecto Luis Gutiérrez Soto y levantados por la constructora Vallehermoso a finales de los cincuenta.

El plan de la promotora es iniciar las obras en octubre y que los trabajos se alarguen hasta enero de 2026. Fuentes de la empresa consultadas por El Independiente aseguran que el proyecto es una forma de «dar solución a la actual carencia de plazas de parking para los vecinos y residentes en el entorno inmediato».

Los vecinos consultados niegan el problema de falta de aparcamiento y dada la existencia de un gran parking subterráneo que se construyó hace décadas en la cercana plaza del Conde del Valle de Súchil. Según Juan, el portavoz de los vecinos que ha accedido a hablar con El Independiente, éste «nunca está ocupado en su totalidad».

Asegura además que los trabajos de excavación podrían afectar a las zapatas de los edificios, que en su día se instalaron ocupando parte de la finca donde se ubicará el parking. «Se propone a varias comunidades de propietarios asumir un riesgo estructural grande para el beneficio de un propietario particular y eso es absolutamente inadmisible», sentencia.

Desde la empresa responden que la excavación mantendrá un margen de 1,5 metros respecto al límite de los edificios. Las plazas tendrán unas dimensiones de 2,5 metros por 4,5m y 2,5m por 5m. Un comunicado difundido entre los compradores asegura que «las obras del parking respetarán los correspondientes retranqueos a dichos edificios de viviendas conforme a la licencia aprobada».

Pero los vecinos dudan del rigor de esa concesión por parte del Ayuntamiento de Madrid. «No hemos tenido acceso al proyecto por negativa de la propiedad, que está actuando con una ocultación manifiesta y un sentimiento de superioridad respecto a las comunidades que nos estamos manifestando con diálogo para visibilizar lo que nos está ocurriendo», denuncia. «Y queremos demostrar la irregularidad de esa licencia», subraya.

Desde la promotora defienden contar con la pertinente licencia urbanística para iniciar la actividad concedida por un decreto de junio conforme al Plan Especial de Control Urbanístico Ambiental de Usos aprobado por Acuerdo de 31 de mayo de 2022 del Pleno del Ayuntamiento de Madrid. Además, subrayan que la legalidad de este último «ha sido confirmada por sentencia 654/2024 de 5 de julio de 2024 de la Sección primera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid».

«Si alguien quiere algo estamos abiertos a dialogar», responden desde la empresa promotora, donde afirman haber vendido ya a vecinos de la zona cerca de la mitad de las 130 plazas planificadas. Pero los vecinos que se han levantado contra el proyecto niegan que los promotores hayan accedido a reunirse con ellos.

Entre los negocios aledaños hay un centro comercial de El Corte Inglés y un centro médico que cuenta con dos locales separados. Uno de ellos es el centro oftalmológico HM Eye Center. «Las vibraciones que produce el aparato de pilotaje son terribles. Y el Hospital Madrid tiene una maquinaria ultrasensible de precisión que no me explico cómo va a poder seguir trabajando durante la obra», abunda el portavoz de los vecinos. Además, recuerda que los trabajos también podrían afectar a restos arqueológicos de un pequeño cementerio diseñado por Juan de Villanueva, el arquitecto del Museo del Prado.

De Retiro al Bernabéu y el barrio de las Letras

La de Arapiles no es la primera guerra vecinal contra aparcamientos subterráneos autorizados por el Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez Almeida. El pasado mes de marzo, agentes de la propia Policía Municipal impidieron que una empresa autorizada por el Consistorio transportara una pilotadora (máquina pesada para colocar pilotes) sobre unos edificios residenciales cerca del Retiro para la construcción de un aparcamiento subterráneo también de cuatro plantas y 220 plazas.

El pasado mes de junio, el Pleno de Cibeles aprobó paralizar, total o parcialmente, la obra de construcción del aparcamiento con acceso desde la calle Abtao. Con los votos a favor de PSOE, Más Madrid y Vox, y la abstención del PP, Urbanismo tendrá que revisar la licencia concedida.

Hace unos meses, la Justicia madrileña estimaba también un recurso de la Asociación Vecinal de Perjudicados por el Bernabéu contra el acuerdo de la Junta de Gobierno municipal que daba luz verde al contrato de concesión de obra para la construcción y explotación de dos aparcamientos junto al estadio del Real Madrid en pleno paseo de la Castellana.

Por su parte, la reforma de la Plaza de Santa Ana -en pleno barrio de Las Letras- también tiene en pie de guerra a las asociaciones vecinales. En este caso, por la reforma del aparcamiento subterráneo ya existente en el céntrico enclave que según los planes del Consistorio, haría que la plaza pasara de contar con 47 árboles a apenas una decena.

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