Antes de lanzar una canasta, un jugador de baloncesto se detiene, inspira, expira rápidamente y lanza. Una actriz se prepara para una escena en primer plano: arregla su cabello, cierra los ojos, respira profundamente y comienza. Aunque estos pequeños rituales parecen azarosos y personales, son bastante comunes. ¿Por qué nos tomamos un momento para concentrarnos? La respuesta podría encontrarse en una forma de percepción poco conocida: la interocepción.

Fuente