La actriz Eva Isanta (Ceuta, 1971) tiene tras de sí una larga carrera en teatro, cine y televisión. Comenzó su carrera en el teatro, pero fue su interpretación televisiva como Beatriz en Aquí no hay quien viva la que la dio a conocer a niveles enormes.
También ha formado parte del elenco de La que se avecina e incluso ha sido jurado de Got Talent, sin dejar de actuar en el teatro. Ahora, Isanta resenta junto con Beatriz Carvajal, Norma Ruiz y Pepa Rus, Las que gritan, una obra de José María del Castillo y Antonio Rincón-Cano.
¿Cómo describiría la obra Las que gritan?
Vamos a describirlo como un grito en favor de la vida. Es un género híbrido, ‘dramedia’, es decir, una comedia con verdaderos tintes dramáticos, porque la vida es así. La vida son luces y sombras y nos pasamos la vida teniendo emociones maravillosas. La obra cuenta la vida de tres mujeres que son familia; una madre y tres hijas. La madre entra en un punto de inflexión tras recibir una mala noticia sobre su salud y quiere cambiar el rumbo de la vida de sus hijas porque ve que no son felices y que no se han convertido en las mujeres que ella soñaba. Es una obra que habla de la importancia de tomar conciencia de que la vida es una, es breve y tenemos que encontrarnos en ese camino y vivirlo con la mayor alegría. Se podría resumir en que es un canto a la vida y un canto a encontrarte con tu ser y tu camino.
¿Qué le llevo a embarcarse en este proyecto?
Me viene por una parte muy personal. En el proyecto son dos los autores, José María del Castillo y Antonio Rincón-Cano, que es muy amigo mío y siempre hemos estado buscando un proyecto para hacer juntos. Un día me dijo: «tengo algo que te va a gustar mucho». Y me pasó Las que gritan. Lo leí y pensé que iba a ser un bombazo. Al ponerlo en pie con la idea de José María me sorprendí mucho más de todo lo que da de sí, porque tiene números musicales, momentos de mucha alegría y otros en los que el espectador va a soltar la lágrima porque va conectar con las emociones que estamos contando.
¿Qué tal está siendo trabajar con Beatriz Carvajal, Norma Ruiz y Pepa Rus? ¿Habían trabajado juntas antes?
Estoy como en familia. Con Beatriz había hecho de su hija en el teatro y he trabajado con ella en varias series. Y es la madrina de mi único hijo. Con Norma he trabajado varias veces, somos muy amigas además de vecinas. Y con Pepa había trabajado en La que se avecina, y aunque coincidimos poco teníamos muy buen feeling. Somos una familia, dentro y fuera del escenario, estamos como en casa. Nos llevamos muy bien, a veces discutimos, pero como las familias. Tenemos una relación muy especial y yo creo que eso en el escenario se ve mucho. En los personajes que interpretamos yo soy la mayor, Normal la mediana y Pepa la pequeña; tenemos esos roles de hermanas que también tenemos en la vida y yo creo que eso se transmite.
¿Qué tal por el momento la acogida del público?
La verdad es que muy buena, sorprendentemente buena. La función va pasando por muchos lugares y acaba muy arriba, con la gente de pie como si fuera un concierto. El viaje es tan bonito e increíble y lo vamos transitando con el público. Notamos que la gente está dentro desde el minuto uno, desde que sale Beatriz y rompe la cuarta pared y se dirige a ellos. Nosotras también vamos a trascender esa cuarta pared, nos acercamos al público, y hacemos que se sientan parte de la obra, como si pudieran estar opinando sobre lo que hacen estas mujeres. Es muy bonito. Se crea una comunión, que es lo que a mi me interesa del teatro.
¿Qué le ha enseñado su personaje en Las que gritan?
Este personaje es muy especial para mí porque es algo que nunca he hecho. Es una mujer que no es que sea una misántropa, pero prefiere a los animales antes que a las personas. Tiene unas emociones básicas como son el miedo a sufrir, a que no la quieran, al rechazo, y yo he tenido que bucear en esa parte mía, que evidentemente tengo. El aprendizaje todavía no ha acabado ni acabará hasta que mi personaje no haga la última función porque yo siempre estaré creciendo con ella. Y todavía la estoy descubriendo ya que llevamos ocho funciones solamente. Estoy aprendiendo muchas cosas, por ejemplo, cómo manejo mis propios miedos en las relaciones con los demás o en momentos determinados de la vida.
Tras tantos años dedicados al cine, teatro y series de televisión gran éxito, ¿qué tiene que tener un proyecto para llamar su atención?
Que cuente algo bonito, algo que me haga crecer a mí, que no haya vivido ya, o que haya vivido pero no lo haya podido contar. Que me sirva para contar cosas que yo creo que puede hacernos un poquito mejores a mi y a la gente que vea o escuche esa historia. No busco solamente entretener, si no también poder sostener a gente. Cuando alguien me dice que mis trabajos le han ayudado o les han sacado una sonrisa cuando estaban tristes o pasando por un mal momento eso es muy bueno. Eso es lo que me mueve a mí a la hora de aceptar un trabajo: que haya algo que sirva a alguien además de a mí. Cada personaje que va haciendo un actor o actriz tiene una parte de sí mismo y otra que te exige sacar cosas de tí que todavía no habías sacado, es un aprendizaje.