El pasado mes de febrero, la diferencia entre el límite salarial del Real Madrid y el del Barcelona era descomunal. Mientras los blancos tenían un tope de gasto en salarios y amortizaciones de 727 millones de euros, los azulgrana solo podían alcanzar los 205. Una diferencia de más de 500 millones de euros que, en la práctica, no era real, ya que el Barça lleva desde la pandemia excedido en su límite salarial, pero que evidenciaba el diferente músculo económico de los dos grandes del fútbol español.
Ese margen, sin embargo, cambió por completo en apenas cuatro meses. Los clubes deben presentar a LaLiga durante la primavera sus previsiones de gastos e ingresos para la siguiente temporada y, a partir de ellos, solicitar un Límite de Coste de Plantilla Deportiva (LCPD), lo que comúnmente se conoce como límite salarial. Y, tras ese proceso, las cifras que LaLiga tenía sobre su mesa en la primera semana de junio eran llamativas. El LCPD del Barça ascendió hasta los 354 millones, mientras que el del Real Madrid se desplomó hasta los 493 ‘kilos’. Es decir, de una diferencia de 522 millones a una de apenas 139.
261 millones de euros más
Sin embargo, durante el verano la diferencia volvió a incrementarse. Aunque el Barça realizó diversas operaciones (aplazamientos de la pérdidas de entradas por el traslado a Montjuic, pagos de patrocinadores y alguno más) que le permitieron aumentar su límite en 72 millones, hasta los 426, el Real Madrid se apuntó un ‘extra’ de 261 millones que disparó su LCPD a 754 millones de euros. Una cifra superior incluso a la del pasado mercado de invierno.
¿Qué hizo el Real Madrid durante el verano para incrementar de forma tan exagerada su límite salarial? En realidad, prácticamente nada. Enviar un email a LaLiga y poco más. «Existe una regla que permite destinar una parte del ahorro generado en otras temporadas, hasta un 25% de su cifra de negocio, en aumentar su límite salarial para un año. Y el Real Madrid, como otros clubes, lo ha solicitado. Eso no quiere decir que se lo gaste claro», explica, y a su vez sugiere, el director general corporativo de LaLiga, Javier Gómez.
Es decir, el Real Madrid, sin necesidad de vender futbolistas, firmar nuevos acuerdos de patrocinio o recurrir a ‘palancas’, tuvo la capacidad de engordar su límite salarial durante el verano. La duda reside en para qué lo hizo, dado que el club blanco no ha cerrado ningún fichaje durante el mercado, dado que Endrick estaba fichado (y anunciado) desde diciembre de 2022 y el acuerdo de Mbappé se cerró (y anunció) antes de junio.
Un aumento que no necesitaba
Los presupuestos del Real Madrid para esta temporada todavía no han sido detallados por la junta directiva de Florentino Pérez, pero tomando como referencia los del curso 2023-24, esos alrededor de 500 millones de euros solicitados en junio encajan bastante bien con la masa salarial y las amortizaciones que puede tener que afrontar el Real Madrid durante esta temporada. Por lo tanto, a priori no necesitaba ese ‘plus’ de 261 millones.
Una opción es que el Real Madrid barajara la posibilidad de hacer o uno varios fichajes importantes durante el verano y, siendo previsor, aumentara por ello el límite salarial. Eso, de hecho, es lo que hizo en el verano de 2021, cuando a finales de agosto decidió atacar la contratación de Mbappé después de que el francés anunciara que no iba a renovar con el PSG. Comunicó a LaLiga su deseo de aumentar su LCPD y el equipo de Javier Tebas dio su visto bueno, aunque finalmente el Madrid no llegó a culminar el fichaje.
Ese, sin embargo, no parece el caso, puesto que el Real Madrid sí se ha planteado durante el verano algunas operaciones (como las de Lenny Yoro y Alphonso Davies), pero en absoluto por cantidades que exigieran semejante ampliación del límite salarial.
La posible razón de este movimiento
¿Entonces por qué? Conocedores de cómo se gestionen los LCPD con LaLiga sugieren que el motivo quizá sea mediático. Por presumir, vaya. Ante la posibilidad de que el Barça culminara operaciones que le permitieran superar esos 493 millones (y no se ha quedado tan lejos), el Real Madrid habría querido dejar claro ante la opinión pública que es el club económicamente más robusto del fútbol español (que lo es, al menos entre los grandes).
Es decir, que el Madrid quería evitar que tal día como ayer, cuando LaLiga dio a conocer los límites salariales, existiera la posibilidad de que el Barça figurara a la cabeza de esa clasificación. Y no es una idea descabellada, puesto que clubes que van ‘sobrados’ acostumbran a jugar con su LCPD con otros objetivos. El Athletic, por ejemplo, tiende a solicitar sólo lo que necesita para no dar ‘pistas’ sobre su verdadero potencial económico. El Madrid, habría tomado la decisión contraria.