Hace apenas una semana que se comunicó el primer ERE de la historia en Masorange, como avanzó este periódico. Pero a pesar de las buenas voluntades por parte de la compañía, lo cierto es que el malestar se ha instaurado dentro de las oficinas de la sede central de la mayor operadora en España por número de clientes.
La compañía liderada por Meinrad Spenger siempre sostuvo que en el caso de que hubiera un plan de bajas siempre sería voluntario, algo que ha terminado por suceder. Masorange entiende que tras la fusión entre los dos gigantes de las telecomunicaciones se han producido duplicidades, imposibilitando el buen funcionamiento de la compañía. Cabe recordar, en este aspecto, que la cifra final de despedidos rondarán los 800, si bien los sindicatos esperan dar mucha batalla en este frente.
Y lo harán, principalmente, porque van a rechazar de manera frontal la ejecución del ERE. Los sindicatos darán la espalda al plan que propone Meinrad Spenger y su equipo se opondrán a las condiciones establecidas para el plan de bajas. Su principal argumento, dicen fuentes internas, es que “no es necesario” ejecutar un nuevo ERE en el sector de las telecomunicaciones.
Por ello, UGT incide en que se deben “buscar otras alternativas” mejores para poder hacer una reestructuración de plantilla, si bien consideran que no es necesario acometer un ERE para que la nueva compañía, pueda ser sostenible.
“Un ERE es un golpe durísimo para los que se van y para los que se quedan. Los que permanecen tienen que asumir una carga durísima de trabajo y una reorganización muy fuerte”, aseguran desde el sindicato que no tiene intención de ceder un solo centímetro en las negociaciones.
Las fuentes internas consultadas por este periódico, a su vez, critican las formas en las que se ejecutará un ERE ya que cuando “se consumó la fusión los mensajes eran de tranquilidad y de buenas intenciones”. “Aquí no sobra nadie, nos llegaron a decir”, se lamentan las fuentes sindicales consultadas.
A su vez, ponen en tela de juicio el ERE voluntario. “Es un expediente forzoso. En los ERES voluntarios el único y exclusivo criterio de adhesión es la voluntad del trabajador/a, esto es, el trabajador/a solo puede estar incluido en el despido colectivo si así lo manifiesta. En consecuencia, nadie puede ser “apuntado” a un ERE voluntario en contra de su voluntad, ya que en éstos no hay despidos traumáticos o prejubilaciones forzadas”, argumentan desde Comisiones Obreras.
Las voces internas también recuerdan, en conversación con este periódico, que durante los últimos meses de verano se han producido diversos despidos “a cuentagotas” que no han entrado en “ningún plan de bajas consensuado” y que, sin embargo “se han efectuado sin alguna razón”.
Renegociación de las condiciones
Por otra parte, las fuentes internas también lamentan el “agravio comparativo” que existe entre los empleados. De acuerdo a los informantes, existe un “gran malestar” entre los empleados que pertenecían a MásMóvil puesto que tienen condiciones diferentes en diferentes materias.
Uno de los puntos que más molesta en la plantilla que viene de MásMóvil son los días de vacaciones. Según recalcan, las fuentes consultadas los empleados de Orange disfrutan de hasta cinco días más que los de la compañía que lideraba Meinrad Spenger.
Estos aspectos se pretenden renegociar y que todos los empleados tengan las mismas condiciones en materia de vacaciones puesto que “no es justo” que haya “trabajadores de primera división y otros de segunda”, afirman las fuentes consultadas.