A falta de un mes para que la guerra en Gaza llegue al año, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, lamentó este martes que no haya «ninguna perspectiva positiva a la vista» principalmente debido a la «intransigencia» y a la «impunidad total» del Gobierno del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.

En El Cairo, desde donde ha iniciado su nueva gira por Oriente Medio, el diplomático español endureció su discurso contra el Gobierno de Israel, al que acusó de poner obstáculos para acordar una tregua en la Franja de Gaza y de tensar aún más la situación no solo en el enclave palestino, sino en toda la región.

En una rueda de prensa con el ministro de Exteriores egipcio, Badr Abdelaty, Borrell recordó que la Unión Europea (UE) ha dado «todo el apoyo» a los esfuerzos de mediación de Egipto, Catar y Estados Unidos para implementar un alto el fuego, un concepto repetido como un mantra en los últimos meses que, sin embargo, no se materializa.

«¿Por qué? Muy sencillo: porque quienes están librando una guerra no tienen ningún interés en ponerle fin. Por eso, están fingiendo. Cada vez menos, porque su intransigencia va acompañada de una total impunidad y sus actos no tienen consecuencias», aseveró Borrell en alusión directa al Ejecutivo de Netanyahu.

Violaciones del derecho internacional 

Borrell, visiblemente frustrado por la falta de voluntad política para poner fin a una guerra que ha segado más de 40.000 vidas solo en Gaza, denunció que «las violaciones flagrantes del derecho internacional siguen siendo ignoradas» por Israel, mientras que cuestionó de qué forma se van a rendir cuentas.

«Si instituciones como la Corte Penal Internacional (CPI) se ven amenazadas, si las sentencias de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se ignoran por completo, ¿cuál es la solución? ¿y en quién podemos confiar?», lamentó Borrell ante Abdelaty, quien agradeció la beligerancia del español en defensa de los derechos de los palestinos.

El diplomático señaló que la UE no escatimará en apoyar un alto el fuego, que deberá estar acompañado de una «solución política» del histórico conflicto, la liberación de los rehenes en manos del grupo islamista Hamás y de garantizar el apoyo humanitario necesario a los palestinos de Gaza y de Cisjordania.

En este sentido, indicó que «hay que poner en marcha un proceso» para implementar la solución de los dos Estados -que contempla la creación de un Estado palestino independiente-, además de «ver qué tipo de presión ejercer sobre los que no quieren esta solución», dijo en referencia al Gobierno de Netanyahu.

Borrell se dirigió después a los ministros de Exteriores de la Liga Árabe, integrada por 22 estados miembros que celebraron una reunión en la sede de la organización en El Cairo centrada en la situación humanitaria en Gaza y que contó también con la participación del jefe de la diplomacia de Turquía, Hakan Fidan.

En su intervención, el español volvió a arremeter contra el Gobierno de Netanyahu y lamentó que en su gabinete haya miembros «radicales» que «tratan de hacer imposible» la creación de un Estado palestino.

«No sólo no hay una pausa en la guerra en Gaza, sino que lo que se vislumbra en el horizonte es la extensión del conflicto a Cisjordania, donde miembros radicales del Gobierno israelí, el Gobierno de Netanyahu, tratan de hacer imposible la creación de un futuro Estado palestino», aseveró.

Asimismo, advirtió que «se está abriendo un nuevo frente con un objetivo claro: convertir Cisjordania en una nueva Gaza» mediante el aumento de la violencia, la deslegitimación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) o «estimulando las provocaciones».

Sin embargo, hizo un llamamiento para diferenciar entre el Ejecutivo de Israel y la sociedad israelí, que está «profundamente dividida y traumatizada» tras los ataques de Hamás del 7 de octubre, que desembocaron en la guerra de Gaza.

«El ostracismo de la sociedad israelí no sirve para nada más que para reforzar el complejo de Masada, que es de hecho el objetivo que persiguen los extremistas», indicó Borrell en referencia al concepto utilizado para describir la mentalidad de que todo el mundo está en contra del pueblo judío.

Tras finalizar sus reuniones en El Cairo, el español se dirigirá al Líbano, escenario de una creciente tensión entre el grupo chií Hizbulá e Israel, que protagonizan un intenso intercambio de fuego fronterizo en el marco de la guerra de Gaza que ha provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas a ambos lados de la divisoria.

Fuente