Purificación es una profesora jubilada que está sufriendo un auténtico calvario que dura ya cuatro años, desde el 2020. Ella forma parte de las cerca de 83.000 personas en España que hoy en día son víctimas de la inquiokupación. Los inquilinos de Purificación han dejado de pagar varias mensualidades de alquiler y la deuda asciende ya a más de 10.000 euros. “Se alquila el piso, a los pocos meses dejan de pagar, se denuncia, el juicio lo ganamos, pero el juez considera vulnerable a esta familia porque así se lo dice un informe social”, así resume la situación que, al igual que ella, sufren miles de familias.
Purificación deja claro que para ella “la vulnerabilidad es un tema muy serio” y que cualquier persona, a lo largo de su vida, puede pasar por esta realidad. “Pero cuando esta crisis, esta situación de vulnerabilidad, se prolonga en el tiempo, cuatro, seis, diez años, entonces ya no es una situación puntual. Aquí hay un problema, primero las instituciones que no hacen lo que deben para dejar que estas personas salgan de esa situación y se convierte para ellas en un estilo de vida, es decir, viven en una casa que no es de su propiedad y los suministros se los paga el arrendador”.
En el caso de esta profesora, las personas que se encuentran okupando su vivienda son una mujer separada, cercana a los 50 años, y sus dos hijos, ambos mayores de edad, que están estudiando y no trabajan. “La señora tampoco trabaja porque en un momento puntual tuvo un problema de salud que ha superado”. En los informes de los servicios sociales dicen que había solicitado la incapacidad por su estado, “pero no le han concedido ni la total, ni la parcial, ni discapacidad de ningún tipo”, puntualiza Purificación. Además, también justifican como caso de vulnerabilidad el hecho de que los hijos estén estudiando: “Yo esto lo reclamé porque considero que unos hijos que viven con su madre, que reciben una pensión de alimentos de su padre, que tienen familia en primer grado de consanguinidad en la localidad, no pueden sentirse vulnerables, están muy protegidos socialmente. Y más, si se compara con las personas tuteladas por la Comunidad de Madrid que, por ejemplo, a las personas de 18 años dejan de tutelarlas, no se les da ningún tipo de ayuda y tampoco tienen familia que les ayude”.
Las cartas de Purificación a Pedro Sánchez
Ante la desesperación, esta profesora decidió escribir hasta en tres ocasiones al Palacio de la Moncloa unas cartas que fueron respondidas en nombre de Pedro Sánchez, pero que no se han traducido en ninguna respuesta contundente, simplemente desde el Gobierno se han limitado a mandarle un mensaje de ánimo. «Las tres cartas me las contestó. En la primera ya les ponía con todo lujo de detalles todo lo que había pasado, cuándo había sido el juicio, la vulnerabilidad, todo. La primera contestación me sonó un poco a chiste, muy agradable, me dijo que lo sentía, que estaba con las personas de la clase media y sufría mucho por nosotros, pero que lo que tenía que hacer es ir a un juzgado, que esto lo solucionaban los jueces”.
Después de haberle descrito toda la situación, y ante esta respuesta de Pedro Sánchez, Purificación decide escribirle una segunda carta: “Le digo que, por favor, por respeto a mí, que no me trate un poco como una idiota, porque todo esto se lo he explicado ya en la primera carta y que a quién me puedo dirigir”. En este caso, Sánchez le contesta que “los servicios sociales y el juez son los que deciden la vulnerabilidad y que no puede actuar en ningún caso”.
Antes de redactar la tercera carta, Purificación lee que se va a prorrogar hasta 2028 el Real Decreto para el tema hipotecario y, muy probablemente, para este tipo de casos también. “Entonces le escribo diciendo que cómo no puede hacer nada cuando toma esta decisión, que me parece bien si consideran que hay vulnerables y que en España hay una grave crisis económica”. La sorpresa viene cuando Purificación recibe por tercera vez respuesta: “Me contesta diciendo que no estamos en crisis económica, que España va muy bien”, algo que Pedro Sánchez ha repetido en reiteradas ocasiones. “Entonces no entiendo yo. Con esta situación de bonanza económica que tenemos, me alegra por las personas vulnerables, porque entiendo que entonces el Estado las va a ayudar y va a dejar de quitarnos esta carga a los propietarios particulares, pues me encuentro con que la situación sigue igual y con que es probable que esta situación se prolongue”.
Además, añade, “el partido al que pertenece el presidente del Gobierno pone clarísimamente su programa electoral, lo que hará para esta situación de personas vulnerables y cómo los arrendadores tenemos derecho a percibir nuestra renta. Esto lo pone en su programa. Entonces ya no es una situación sobrevenida, es una situación que el Gobierno conoce”.
«Tengo intención de escribir una cuarta carta a Sánchez, la tengo ya redactada»
Ahora ella, en otra misiva, expone la solución: dejar de pagar la renta y suministros como el agua o el gas. Así, con ironía, denuncia públicamente el sufrimiento que está pasando y lo desprotegidos que se encuentran todos los propietarios. “Tengo intención de escribir una cuarta carta a Sánchez, que la tengo ya redactada, solicitándole que, por favor, que a los vulnerables se haga cargo el Estado, no nosotros, el Estado, porque yo pago mis impuestos para que el Estado, en estas situaciones, intervenga ayudando a estas personas si realmente lo necesitan, pero no un contribuyente más, como en mi caso, y hay otros muchos que están como yo”, sentencia.