Las olas de calor en el mar son más intensas entre los 50 y los 250 metros de profundidad que en la superficie. El calentamiento también dura hasta dos años más en esas zonas, con consecuencias drásticas para los ecosistemas.
El cambio climático está provocando un aumento de la temperatura de los océanos, lo que afecta a la vida marina y a los servicios ecosistémicos que proporciona.
Un estudio publicado en la revista Nature Climate Change ha analizado cómo las olas de calor marinas pueden tener efectos devastadores sobre la biodiversidad marina.
Las olas de calor marinas son períodos de temperaturas del agua inusualmente altas en comparación con el promedio a largo plazo.
Cuando se producen, las temperaturas son cinco días seguidos más altas que en el 90 por ciento de los valores medidos en el período de comparación de 30 años.
Las altas temperaturas marinas pueden durar semanas o meses y afectar a varios millones de kilómetros cuadrados de océano.
Datos de 40 años
Los autores del estudio, un equipo internacional de científicos liderado por el profesor Thomas Wernberg, de la Universidad de Australia Occidental, utilizaron datos satelitales y observaciones in situ para identificar y caracterizar las olas de calor submarinas que se han producido en los últimos 40 años.
Han descubierto que estas olas de calor son cada vez más frecuentes, intensas y duraderas, y que afectan a regiones marinas de todo el mundo.
También han constatado que la mayor intensidad de las olas de calor marinas no se sitúa en la superficie del agua, sino en la zona submarina situada entre los 50 y los 250 metros de profundidad: ahí son más intensas y largas que en la superficie. Luego, la intensidad disminuye al aumentar la profundidad.
Impacto en la biodiversidad
Los autores han evaluado el impacto de estas olas de calor submarinas sobre la biodiversidad marina utilizando una base de datos global que recoge los registros de más de 12.000 especies de algas, corales, peces e invertebrados.
Han observado que las olas de calor submarinas pueden reducir drásticamente la diversidad y la abundancia de las especies marinas, así como alterar su distribución y sus interacciones ecológicas.
Estos cambios pueden tener consecuencias negativas para el funcionamiento de los ecosistemas marinos y para los beneficios que aportan a la humanidad, como la pesca, el turismo o la protección costera.
Amenaza emergente
Los autores advierten que las olas de calor submarinas son una amenaza emergente para la biodiversidad marina que requiere una atención urgente.
Por ello, recomiendan adoptar medidas para mitigar el cambio climático y aumentar la resiliencia de los ecosistemas marinos frente a las perturbaciones térmicas.
Asimismo, sugieren mejorar el seguimiento y la predicción de las olas de calor submarinas para facilitar la gestión y la adaptación a estos eventos extremos.
Regiones oceánicas de mayor riesgo
Los autores del estudio identificaron grandes partes del Océano Índico y el Atlántico Norte como regiones de alto riesgo para la biodiversidad.
En estas regiones, la alta intensidad de las olas de calor se superpone con la alta sensibilidad de las especies al estrés por calor.
Los autores señalan que se necesita más investigación para examinar cómo afectarán las olas de calor a los ecosistemas submarinos, por lo que los datos obtenidos hasta ahora podrían ser solo la punta del iceberg.
Referencia
Marine biodiversity exposed to prolonged and intense subsurface heatwaves. Eliza Fragkopoulou et al. Nature Climate Change (2023). DOI:https://doi.org/10.1038/s41558-023-01790-6