«Se nos rompió el amor, de tanto usarlo, de tanto loco abrazo, sin medida, de darnos por completo a cada paso, se nos quedó en las manos, un buen día». En 1985 Manuel Alejandro le compuso esta balada huracanada a Rocío Jurado, a la postre uno de los temas más recordados de la más famosa chipionera. Un himno al desamor pata negra que bien podría describir lo que sucedió entre algunas de las parejas más consolidadas y más románticas del panorama del ‘couché’ español.

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