María Ángeles Prieto, portavoz de Salud del Grupo Socialista del Parlamento de Andalucía, es además enfermera y profesora de la Escuela Andaluza de Salud Pública, y cuenta a ElPlural.com la problemática de los centros de salud en Andalucía, especialmente en Málaga, donde los ciudadanos se agolpan en las puertas de los centros de salud con el objetivo de conseguir una cita.
Los usuarios se quejan de una enorme falta de citas. Llevan todo el verano haciendo largas colas para que los atiendan en el mostrador. La Junta dice que las esperas podrían deberse a “estar de vacaciones”, pero la realidad es que es imposible obtener cita ni por la aplicación del centro ni llamando por teléfono.
Algunos optan por ir a primera hora, ancianos yendo a las 7 de la mañana para que no se les regañe por “ir de urgencias” cuando nadie les atiende. Los vecinos esperan durante más de una hora enfermos. La portavoz de Salud Socialista Parlamentaria por el PSOE nos cuenta cómo funciona el sistema de salud y a qué se debe esta falta de gestión por parte de Juanma Moreno Bonilla y su séquito.
Pregunta (P): ¿A qué se deben estas colas en los centros de salud?
Respuesta (R): A la mala gestión de la Junta. Las demoras en atención primaria llevan ya meses siendo altísimas. Son muchos los estudios realizados y no bajan de las dos semanas en toda Andalucía. La consejería da otras cifras: da demoras de dos o tres días, pero han cambiado el sistema de contabilización para camuflar la situación, como siempre hacen.
P: ¿En qué basan el sistema de contabilización?
R: No cuentan los fines de semana, ni los días de demora, ni los consultorios locales, ni los centros de salud en los municipios rurales que son muchísimos. Por lo que es un recuento trampa.
Como los municipios rurales han cerrado muchos centros y han quitado horarios y días de atención primaria, no lo contabilizan porque sería un escándalo.
En los sondeos que nosotros hacemos, las demoras no bajan de los 15-20 días en cualquier sitio. Es un contrasentido que esto ocurra en atención primaria.
La Junta hace un recuento trampa porque contabilizar bien la demora de cita sería un escándalo
P: ¿Existe una aplicación para petición de cita?
R: Sí, se llama “Salud Responde”. Pero no responde. La plataforma desde la que solicitar cita directamente dice que no hay cita disponible.
Soy profesional del ámbito por lo que conozco y tengo muchísimos contactos y relaciones que certifican que esta situación es lamentable. Cuando hablo en el Parlamento o con algún medio utilizo información de fuentes contrastadas.
Hemos denunciado las altas demoras en varias ocasiones, incluso en el propio Parlamento. Hemos sacado los móviles, hemos pedido cita en ese momento y hemos dicho a la consejera “estamos pidiendo una cita, mire las cifras”.
P: ¿Y qué hace la gente para conseguir cita?
R: Volver al modelo de hace 20 años o más. Cuando no podías pedir una cita previa, se iba de madrugada. Ahora igual: se van a la puerta del centro de salud a ver si consiguen una cita para ese día porque, aunque salud responde no te la da, si vas presencialmente al centro hay unas cuantas citas disponibles.
Ahora a las 7 de la mañana hace fresquito porque es verano, pero esto lleva pasando todo el invierno. He visto a gente mayor, a viejecitos, con el frío y con el paraguas, haciendo cola para ver si, casi por caridad, les daban una cita para atenderles en el día.
Es una auténtica vergüenza.
La otra opción es irse de urgencias, hay compañeros que entienden que al estar cerrados los centros de salud en la práctica les atienden, pero otros les regañan. La gente se ve obligada a tener que ir a urgencias para renovar una medicación, porque tiene fiebre o porque tienen una infección de orina. No son cosas para ir a urgencias, pero como no tiene otra opción, pues van.
Otra gente prefiere ser vista por su médico, y puede aguantar si no considera que haya motivos para ir a urgencias o porque les han regañado por ello y entonces los pobres hacen cola por la mañana muy temprano.
He visto a viejecitos, con el frío y con el paraguas, haciendo cola para ver si, casi por caridad, les daban una cita para atenderles en el día
Esto es un problema, y no reside como justifica el Gobierno, en que es que no hay médicos. Como no hay médicos, hay demoras y saturación en los centros.
P: ¿Y por qué no hay médicos en atención primaria?
R: Yo insisto en que no hay médicos en atención primaria porque los han echado de Andalucía. Más de 1.200 médicos han abandonado Andalucía en los dos últimos años porque les ofrecen contratos precarios, contratos de un mes.
En el mes de junio, muchos terminaron la residencia y no podían irse a trabajar a la Alpujarra o a la Puebla de Don Fadrique para un mes, entre otras cosas porque nadie les alquila casa para un mes. Viven con la precariedad de no poderse organizar su vida.
Hay gente que se ha tirado años con contratos de meses, muy precarios ¿Y qué haces con un contrato de cuatro meses? Ni de cara a bancos te dan hipotecas ni te alquilan nada. Mucha gente cuando termina la residencia y su especialidad, se casan, tienen familia ¿cómo organizas una vida con ese tipo de contratos? No puedes. No es compatible con una vida digna.
Antes que aceptar contratos precarios y malas condiciones laborales se están yendo a Murcia que les ofrecen contratos de dos años, o a la privada.
P: ¿Cómo afecta que se estén yendo a la privada?
R: La privada está creciendo muchísimo porque hay miles de millones de conciertos con la privada. Como nunca, esa privada necesita profesionales. Por lo que se junta el hambre con las ganas de comer.
Los conciertos que están dando la sanidad pública a la privada, es principalmente cirugía y pruebas diagnósticas (resonancias, ecografías, mamografías, etc) y muchas operaciones quirúrgicas se conciertan en bloque a la privada.
La sangría de la sanidad pública no está en el seguro que se hace el ciudadano, ese es otro problema: un problema de desigualdad muy importante que afecta a los bolsillos y a las economías familiares.
El problema de los conciertos sanitarios es que está empobreciendo a la sanidad pública. Yo como ciudadana si voy a hacerme una mamografía y directamente me mandan a un hospital privado que ha concertado con el público, no lo tengo que pagar yo. Lo financia la sanidad pública, pero en el espacio privado.
El dinero del presupuesto público se va a la privada, que además las pruebas son más caras. La compañía privada no solamente paga el coste de la mamografía, sino que tienen que pagar también un beneficio: “Si tú me haces 100 radiografías te doy un porcentaje”. La privada es un negocio. “Cuanto más haces, más te pago”. Ese es un problema que está empobreciendo a la sanidad pública.
Por otro lado, si yo concierto mucho con la privada y le pido hacer dos millones de resonancias, la privada va a buscar radiólogos y técnicos de rayos en la pública para que se vayan a su hospital y ellos poder hacer el concierto.
Y el problema de los médicos es que hay un volumen limitado. Se tarda 10 años en formar un médico y si la privada los contrata, la pública se queda sin ellos.
Yo no tengo nada en contra de la privada, entiéndeme, sólo que no quiero que ésta se lucra a costa de presupuestos que deberían destinarse a reforzar la sanidad pública.
P: ¿Cuál es tu conclusión sobre la sanidad pública?
R: A mí, que conozco el sistema, la garantía que me da la sanidad pública de que nadie va a escatimar medios porque no se está mirando el rendimiento económico, ni se va a escatimar en tratamientos y me van a dar la mejor opción independientemente de su coste, yo esa seguridad, no la tengo en la privada. Porque la privada es un negocio.
Hay que proteger la sanidad pública, hay que hacer que la sanidad pública sea la opción que los profesionales elijan para que opten por trabajar en este sistema. Para ello hay que mejorar las condiciones de trabajo, los horarios y los salarios.