M.G (siglas de un nombre ficticio empleado para preservar el anonimato) se levantaba todas las mañanas con ilusión para trabajar con sus peques en la escuela El Señor Don Gato (Valdebernardo/Vicálvaro).  Sin embargo, de un año a acá su situación se ha visto truncada debido a meses de retrasos e impagos en la nómina; la suya y la de unas 60 compañeras repartidas entre este centro y Tesoros (Arganda del Rey).

La empresa responsable, Atrey Blota Carto SL, y la Comunidad de Madrid se han ido pasando la bola, como se dice coloquialmente, pero no aportan solución. Ni siquiera una explicación. “Hay cosas de las que nos enteramos a través de las familias”, lamenta M.G en declaraciones a ElPlural.com.

Una de esas cosas fue la última bocanada de esperanza que ella y las demás profesionales mantenían hasta el momento: la oportunidad de ser subrogadas. Pero esto, a pesar de quedar recogido en varios textos legales, tampoco parece que vaya a producirse, aunque se afirmó en un primer momento. El cambio de guion llegó en apenas minutos, y es que parecía que sí, pero finalmente el consejero Emilio Viciana evidenció que no.

“Ahora solo queremos que se nos arreglen lo antes posible los papeles del paro”, esgrime la protagonista de estas líneas, que se presta a hablar con nosotros a pesar de reconocerse mentalmente “agotada”. Aún con una última estocada, insiste: “Vamos a seguir peleando”.


PREGUNTA (P): ¿Cuánto tiempo llevabais en este escenario de retrasos y nóminas impagadas hasta que han tenido lugar las últimas noticias?

RESPUESTA (R): Con Atreyu no tuvimos ningún problema hasta agosto del año pasado, cuando deciden enviarnos a un ERTE. Con eso nos garantizaron que los pagos iban a ir correctamente. Durante octubre y noviembre así fue, pero en diciembre, enero, febrero y marzo (última nómina que percibimos) se producen retrasos. Y nos adeudan desde abril a la actualidad.

P: En un muy corto espacio temporal pasáis de que se os anuncie la subrogación a todo lo contrario. ¿Cómo recibís esta noticia?

R: Teníamos bastantes esperanzas porque la subrogación viene recogida en nuestro convenio colectivo y en el artículo 130 de la Ley de Contratación Pública. Tanto nuestro abogado como Comisiones Obreras (CCOO) apoyaron el tema de la subrogación dado que el servicio en la escuela va a seguir. No se va a cerrar, sino que va a pasar a gestionarse de manera directa, por lo que estábamos bastante esperanzadas.

Nos llega la carta de la empresa sobre el asunto y no tuvimos ninguna información más. El 2 de septiembre acudimos a nuestro puesto de trabajo al no tener un no por parte de la Comunidad ni nada nuevo de la compañía (…) Cuando llegamos no se quisieron dirigir a nosotras, no pudimos estar en el centro y ni siquiera pudimos entregar un papel de nuestro abogado en el que simplemente ponía que habíamos acudido a nuestro puesto de trabajo porque seguíamos dadas de alta. ´

Fue un momento muy desagradable para todas, incluso llamaron a la policía porque dijeron que estábamos haciendo una manifestación cuando solo acudimos a nuestro puesto de trabajo -como era nuestra obligación- en compañía de nuestro abogado, sin levantar la voz, sin movimientos, gestos, pancartas…

Acudimos a nuestro puesto de trabajo porque nadie nos había notificado el despido y llamaron a la policía

No tenemos ninguna notificación oficial más por parte de la CAM, simplemente debido a los acontecimientos damos por hecho que la subrogación por parte de la región no va a existir. Ahora lo único que queremos es que se nos arreglen lo antes posible los papeles del paro para poder cobrar, porque no entra ninguna nómina desde abril y somos todo madres.

P: ¿Habéis planteado alguna movilización además de acudir el pasado lunes a vuestro puesto de trabajo?

R: Ha sido todo muy precipitado (…) Estamos esperando instrucciones de nuestros abogados. Nuestra escuela no tiene representación sindical, Tesoros sí; por lo que nos guiamos un poco por lo que nos van diciendo los abogados.

P: ¿Habéis recibido una mínima explicación de Atreyu o la Consejería en este tiempo?

R: La Consejería convocó a una reunión a los padres en julio en la que se especificó que nosotras no estábamos invitadas. Nos enteramos a través de las familias de que no íbamos a ser subrogadas y de que el centro pasaba a gestión directa durante un tiempo. No han tenido ni la decencia de comunicarnos que no íbamos a ser subrogadas; ni directa, ni indirectamente, ni a través de un papel.

Desde entonces no hemos vuelto a saber absolutamente nada más allá de las declaraciones del consejero explicando que no se iba a producir la subrogación. Nada legal, nada por escrito, ni a nosotras ni a los abogados (…)

Y por parte de Atreyu, en verano supimos que querían realizarnos un ERE, el cual les fue denegado. Después solo obtuvimos el documento de subrogación, en el que entienden que las relaciones laborales tienen que asumirlas la CAM al ser quien va a llevar la gestión de la escuela.

P: El lunes corrió como la pólvora una imagen muy potente en la que se descuelga la placa de la escuela. Esto ha generado confusión porque hay quien piensa que va a cerrar, pero no es lo que me has explicado.

R: Hay confusión porque las cosas no se están haciendo bien ni con transparencia. En el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCAM) apareció que la escuela cerraba, pero no es así. Hay niños matriculados y va a seguir ejerciendo su labor, únicamente que durante un tiempo va a pasar a gestión directa.

La escuela no va a cerrar (…) Hay confusión dado que las cosas no se han hecho con transparencia

Han quitado el cartel porque lo van a denominar Edificio II. Lo han inscrito al colegio Los Almendros. Descolgar la placa nos parece un engaño porque no es que la escuela se cierre y por eso no nos subrogan, como dicen ellos, sino que va a seguir funcionando con profesoras funcionarias.

P: Está claro que vais a seguir peleando.

R: Desde luego, el derecho a la subrogación viene recogido en convenio y la Ley de Contratación Pública. Aunque no nos quieran subrogar, Atreyu dice que le corresponde a la CAM y viceversa. En el medio estamos nosotras. ¿Quién se va a hacer cargo de nuestras indemnizaciones?

 

 

 

 

 

 

 

 

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