Desde que la algarroba se ha hecho visible y ha adquirido entidad en el mercado dejando atrás su largo periodo de abandono y olvido en los árboles, importa bastante el inicio de cada campaña de recolección y las condiciones en que se presenta. Superado el boom de la recuperación con unos precios que invitaban al aprovechamiento del fruto, la tendencia parece inclinarse en la actualidad hacia la normalización, lo cual ya es un éxito de por sí en esta Mallorca que se decanta por el ocio residencia y el alquiler vacacional en fora vila. Aún con ello, la isla sigue albergando en más de doce mil hectáreas el 33% de los algarrobos españoles. Bastante significativo.

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