- Consumo y una normativa a nivel nacional
- Riesgos para la salud
- La prohibición de la Xunta: multas de hasta 3.000 euros
- La peligrosa mezcla con alcohol
- Campañas de concienciación en Asturias y Cantabria
El consumo de bebidas energéticas en menores no ha dejado de aumentar en los últimos años. Los médicos observan la tendencia con preocupación, ya que estos estimulantes, si se consumen de manera abusiva, pueden provocar graves daños para la salud.
En España, de momento, la única comunidad autónoma que ha tomado cartas en el asunto es Galicia, prohibiendo directamente su venta a niños y adolescentes. Pero la decisión de Xunta ha generado un efecto dominó en otras comunidades autónomas: Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Navarra, País Vasco, Comunidad Valenciana y Castilla y León. Todas ellas han manifestado también su intención de regular la venta de estos productos.
Consumo y una normativa a nivel nacional
Mientras tanto, el objetivo del Ministerio de Consumo es aprobar una norma para establecer un marco básico de protección general en todo el país, según ha podido saber Confidencial Digital. Fuentes del departamento que dirige Pablo Bustinduy confirman a ECD que están trabajando en una regulación que restrinja el consumo de estas bebidas en menores.
Desde el ministerio admiten que las cifras son alarmantes. Según los últimos datos del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, correspondientes al año 2023, el 37,7% de jóvenes entre 12 y 13 años consumen bebidas energéticas. La cifra escala al 47,7% en el grupo de 14 a 18 años.
La prevalencia es mayor en los chicos (54,4%) que en las chicas (40,7%). Se utilizan para preparar exámenes, provocar momentos de euforia, resistir noches enteras de fiesta, intentar cambiar el estado de ánimo…
Riesgos para la salud
Las bebidas energéticas, que contienen altos niveles de cafeína y otros estimulantes como la taurina, además de grandes cantidades de azúcar, han sido vinculadas por la comunidad científica a una serie de efectos nocivos especialmente peligrosos en menores, y que son graves en patologías cardíacas y de salud mental.
Entre los riesgos más destacados se encuentran las taquicardias, el estrés, la depresión y el insomnio, que pueden manifestarse tanto en casos de consumos excesivos y puntuales como en consumos moderados pero habituales.
Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) alertan de las consecuencias “deletéreas” para la salud de este tipo de bebidas en menores de 18 años: afecta negativamente a la microbiota intestinal, fomenta las alteraciones del sueño y la excitabilidad, puede causar caries, náuseas, vómitos y problemas en el sistema cardiovascular como arritmias, taquicardias o hipertensión arterial.
Además, los pediatras advierten que el consumo de estas bebidas con elevado dulzor favorece la preferencia alimentaria por este sabor y hace que nuestras elecciones alimentarias se desplacen hacia “el deseo de consumir más azúcar”.
“Tanto los niños como las familias tienen poca información sobre lo que supone consumir este tipo de bebidas estimulantes”, recuerda a ECD la doctora Rosaura Leis, coordinadora del Grupo de Nutrición y Lactancia Materna de la AEP.
“La mayoría supera los 32 miligramos de cafeína por cada 100, eso son 80 miligramos por lata, la cafeína equivalente a tomarse dos cafés de golpe, algo que no daríamos nunca a un niño”, opina.
Los pediatras han solicitado en reiteradas ocasiones su regulación, como ya sucede en otros países como Polonia, Lituania y Letonia, o –como se ha dicho- en comunidades autónomas como Galicia.
La prohibición de la Xunta: multas de hasta 3.000 euros
La prohibición de vender bebidas energéticas en Galicia a menores de 18 años es pionera en España. La Xunta ha implementado sanciones que oscilan entre los 600 y 3.000 euros para los adolescentes que consuman estos productos.
La norma entró en vigor a principios de este año. Dentro de esta nueva ley, se recoge también la prohibición de publicidad de estas bebidas orientada específicamente a la población infantil o menor de edad. También es obligatorio venderlas separadas de los refrescos corrientes, para evitar confusiones.
La intención del legislador es equiparar las bebidas energéticas con el alcohol, lo que en la práctica supone que el límite de edad para acceder a este tipo de estimulantes se sitúa en los 18 años.
La peligrosa mezcla con alcohol
De hecho, los jóvenes tienden también a mezclar las bebidas energéticas con alcohol. La última encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (ESTUDES), publicada en 2023 por el Ministerio de Sanidad, asegura que el 19,5% de los estudiantes de 14 a 18 años ha consumido esta mezcla en los últimos 30 días, cifra que es superior entre los chicos (20,8% vs 18,2%).
En el grupo masculino la mayor prevalencia de consumo se registra en los alumnos de 17 años (26,8%), mientras que, en el femenino, la mayor proporción se observa en el grupo de alumnas de 18 años (23,4%).
Los médicos subrayan que la combinación de la estimulación del sistema cardiovascular por la cafeína y los efectos del alcohol puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que puede incrementar el riesgo de arritmias cardíacas, ataques al corazón y otras complicaciones cardiovasculares.
Campañas de concienciación en Asturias y Cantabria
El aumento del consumo de bebidas energéticas entre menores se ve a menudo influenciado por potentes estrategias de marketing que las presentan como productos inofensivos y de moda.
Su irrupción en el mercado viene acompañada de agresivas campañas publicitarias, que las definen como bebidas refrescantes creadas para incrementar la resistencia física, proporcionar sensación de bienestar y estimular el metabolismo, capaces de suministrar un elevado nivel de energía proveniente de una combinación de ingredientes adicionados por sus posibles efectos estimulantes.
En comunidades como Asturias y Cantabria han optado por la misma estrategia, pero desacreditando estos mensajes, es decir, alertando de los riesgos de las bebidas energéticas en la salud. Por ejemplo, el eslogan de la campaña de la Consejería de Salud cántabra es: ‘No caigas en la trampa, ¡La energía la tienes tú!’.
Esta campaña se llevará próximamente en autobuses urbanos y marquesinas de Santander y Torrelavega. Además, se enviará cartelería a los centros escolares de primaria y secundaria, a la Universidad de Cantabria y a los centros universitarios privados, a todos los centros de salud y hospitales y a los ayuntamientos para que los coloquen en sus instalaciones.
El Principado de Asturias también ha preparado una campaña informativa sobre los riesgos asociados a las bebidas energéticas que se lanzará en el último trimestre de este año, abarcando tanto centros educativos como espacios sanitarios y deportivos.