Sin proponérselo, Viena ha sido este agosto escenario de llantos y celebraciones. Tras más de un año de preparación –comprar las entradas para el concierto de sus vidas, idear su vestuario, realizarlo con sus propias manos, confeccionar pulseras de la amistad, reservar vuelos y hoteles en la capital austríaca–, decenas de miles de ‘swifties’ lamentaban la cancelación de ‘The Eras Tour’ de Taylor Swift, a la vez que agradecían seguir con vida. La amenaza de un atentado terrorista en el concierto de la megaestrella musical provocó la anulación de los tres conciertos en Viena, a los que iban a acudir unas 170.000 personas. Gran parte de ellas decidieron combatir su pena convirtiendo las calles de la ciudad en un espectáculo musical constante.

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