El Grupo Parlamentario Popular en las Cortes de Castilla y León, ahora en minoría tras la salida de Vox del Gobierno autonómico, ha tendido su mano al resto de grupos para abordar esta etapa «diferente» en la que se elaborarán unos nuevos presupuestos y ha pedido a sus antiguos socios que no se plieguen a los dictámenes de la dirección de su partido.
«Sí que espero de Vox que anteponga los intereses de los castellanos y leoneses a los mandatos de Bambú», afirmó el portavoz adjunto popular, Miguel Ángel García Nieto, en referencia a la ubicación de la sede nacional de la formación de Santiago Abascal, durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces que tenía lugar este lunes en la Cámara autonómica.
García Nieto afirmó que su partido siempre ha gobernado «con la mano tendida» y ha insistido en su respeto hacia el resto de grupos en el parlamento, en particular a Vox, con el que han tenido una relación «muy buena y de respeto».
A preguntas de los periodistas, ha afirmado que cuando lleguen los presupuestos «tendrán que negociarlos» y ha señalado que en este momento «no hay socios, ni preferentes ni no preferentes«, por lo que se ha mostrado confiado en que el Grupo Parlamentario Vox «siga manteniendo» su apoyo a los puntos en los que no había debate con el PP y, aquellas que exista un disenso, ha asegurado que «habrá una disensión en la que cada grupo mantendrá su postura».