Un nuevo incidente con turistas en Santiago de Compostela ha causado revuelo en la ciudad después de que un grupo de turistas extranjeros acampasen con sacos de dormir en las escaleras de la praza de Praterías, en la parte de trasera de la Catedral. Este episodio en la zona vieja de la ciudad, declarada en 1985 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, se suma a otros actos vandálicos de turistas o visitantes que dejan pintadas en las piedras o suelos, que luego se viralizan en las redes sociales. Todo después de que la imagen de un grupo de turistas de pícnic en plena dársena de Xoán XXIII agitase la controversia.
En este caso, la cuenta ‘Compostela Resiste’, conocida localmente por denunciar comportamientos incívicos de turistas a su llegada a la capital gallega, ha subido un vídeo en el que un vecino compostelano reprende a este grupo de turistas, a los que les advierte de que las escaleras de una de las principales plazas de la zona monumental compostelana “no son un sitio para dormir”. “Esto no es un albergue, esto, Santiago de Compostela no es un circo”, les reprende el ciudadano que graba a estas personas.
Ante las quejas de los vecinos, el Ayuntamiento de Santiago ha puesto en marcha una iniciativa mediante la que «informadores turísticos» voluntarios, divididos en cinco parejas, contarán con una tablet y un sonómetro y, en un horario de 9:00 a 13:00 horas, darán «la bienvenida a los visitantes» y ofrecerán información para concienciar a las personas sobre la necesidad de realizar «un turismo respetuoso».
Un total de diez personas recorrerán durante los próximos 45 días las calles de Santiago de Compostela para velar por una «convivencia armónica» entre vecinos y turistas e informarán sobre el decálogo de buenas prácticas, entre ellas reducir ruidos, y los múltiples atractivos de la ciudad, más allá de la zona de vieja.