Llevábamos sin ver a la Princesa Leonor desde que el pasado 6 de agosto disfrutó de un paseo por el casco antiguo de Palma de Mallorca con su hermana Sofía, la Reina Letizia y la Reina Sofía, protagonizando un improvisado posado de las mujeres de la Familia Real mientras el Rey Felipe se encontraba en París animando a los atletas españoles en los Juegos Olímpicos.
Poco después la monarca y sus hijas abandonaban la isla balear para reencontrarse con su Majestad y comenzar sus ya tradicionales vacaciones privadas. Dos semanas en las que habrían disfrutado de Grecia y sus espectaculares islas, y en las que se especula que podrían haber coincidido con los Reyes Guillermo y Máxima de los Países Bajos en la villa que los monarcas holandeses poseen en el país helénico.
Días de relax y desconexión en familia de los que no ha trascendido ninguna imagen y que ya han llegado a su fin. De nuevo en España para retomar sus diferentes compromisos, Don Felipe y Doña Letizia han sorprendido a los viandantes que paseaban por el centro de Madrid este jueves por la noche, cuando han disfrutado de una cena para dos en una conocida marisquería de la Plaza de Oriente. Una cita en la que se vio a los Reyes de lo más sonrientes y relajados, y en la que con looks casual presumieron de un intenso bronceado tras su viaje a Grecia.
La Princesa Leonor, con amigos en la Costa del Sol
Y mientras sus Majestades reaparecían en Madrid, Leonor hacía lo propio en la Costa del Sol. Y es que tal y como han contado testigos presenciales la Princesa de Asturias disfrutó este jueves de un plan con un grupo de amigos en un popular chiringuito de playa situado en Caleta de Vélez, en el municipio de Vélez-Málaga.
La heredera al trono almorzó con media docena de chicos y chicas de su edad en el chiringuito El Saladero -conocido por su pescado al espeto- en la zona del local que tiene sus mesas sobre la misma arena de la playa, y como han deslizado fuentes del restaurante, fue una comida que no se alargó demasiado y en la que la hija de Felipe VI degustó «un poco de todo» de la carta.
Tranquila y relajada con su grupo de amigos, Leonor logró pasar desapercibida hasta que uno de los clientes la reconoció cuando abandonaba el lugar.
El personal del bar desconocía que Leonor de Borbón tenía previsto acudir al establecimiento, que es conocido por su especialidad de pescado a la brasa, preparado en forma espetada, y que durante esta jornada de finales de agosto se encontraba lleno, han asegurado a EFE otras fuentes.
Este chiringuito abrió en 1965 y está situado a unos 400 metros del puerto de Caleta de Vélez, que destaca por la importancia de la flota pesquera que tiene como base ese recinto y del pescado que captura.
Otras fuentes apuntan que, al parecer, tenía previsto disfrutar de una jornada marinera en esta zona de la Costa del Sol Oriental.
Un plan del que por el momento no ha trascendido ninguna imagen, y con el que la Princesa apura sus vacaciones ante su inminente incorporación a la Escuela Naval de Marín; será el próximo 29 de agosto cuando la primogénita de los Reyes comience su formación militar de cuatro meses en la Marina tras un año en la Academia General de Zaragoza.