Ni siquiera ha tenido que jugar un partido el Real Madrid para sumar el primer lesionado de la temporada. Y es que en el entrenamiento previo a la final de la Supercopa de Europa, Camavinga recibió un golpe fortuito  de Tchouaméni que lo mandó dolorido al suelo tras una torsión compleja de la rodilla izquierda que le hizo espetar un fuerte grito.

Justo en ese momento, según unas imágenes captadas por RMC Sport, Carlo Ancelotti que ya veía la gravedad de la situación, lanzó contra el césped su cronómetro del enfado para, acto seguido, recoger y preocuparse por la situación de su jugador. 

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Y es que el italiano, que solo tenía a David Alaba como baja para el partido de este miércoles, ya sabe también que no podrá contar con Camavinga y que, pese a que no es una lesión grave de ligamentos, hay que esperar a las pruebas pertinentes para saber el alcance de una lesión que si parece que dejará al joven futbolista merengue varias semanas en el dique seco. 



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